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Si quieres un vientre plano, deberás cuidarte de sus dos principales enemigos: los gases y la inflación del vientre, aquí te decimos que elementos tendrás que evitar para lucir una figura esbelta en las próximas vacaciones.
Legumbres. Todas las alubias, incluidas las lentejas, pueden producir inflamación del vientre. Además de ser ricas en proteínas, las alubias contienen azúcares y fibra que nuestro cuerpo no es capaz de absorber del todo a través del intestino delgado, es por esto que se producen gases que causan la inflamación.
Lácteos. Los intolerantes a la lactosa suelen saber lo que es la inflamación después de tomar unos cereales con leche o un trozo de queso. Suele suceder porque el organismo carece de las enzima necesarias para procesar la lactosa.
Manzanas. Sí, no son perfectas. Su alto contenido en fibra, además de la fructosa y el sorbitol que tienen hacen que sean intolerantes para muchas personas. La intolerancia se manifiesta en forma de gases. Sin embargo, su aporte nutritivo es tan alto que no conviene dejar de comerlas, simplemente deben comerse con moderación y lo más alejadas posible de las comidas principales. Son el tentempié perfecto.
Zumos de uva y en general los zumos con mucha azúcar favorecen las flatulencias.
Comida salada. Las comidas altas en sodio hacen que el cuerpo retenga líquidos y que sientas una sensación similar a la de tener un balón en el estómago. Hay que intentar reducir la sal todo lo posible de los menús porque además el alto consumo de sodio está relacionado con el aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Edulcorantes. Los edulcorantes como el sorbitol y el manito, presentes en muchos caramelos y chicles sin azúcar, dan muchos gases.
La comida frita y empanada. Los fritos y los empanados contribuyen a hacer más pesada la digestión, lo que propicia que el vientre se inflame.
