Es posible que gran parte de las mujeres embarazadas crea que realizar alguna actividad física en esas condiciones signifique un riesgo, tanto para ella como para su bebé, y lo único que queda por hacer es relajarse, subir los pies y dar uno cuantos pasos en la comodidad de tu hogar. Pero esto no debe ser así, ya que el ejercicio, lejos de perjudicar, beneficia a la madre que lo practica.
Datos expuestos por especialistas determinan que una mujer embaraza necesita, al menos, dos horas y media de ejercicio por semana, lo que equivale a 30 minutos de caminata por día.
Pero si lo que deseas es realizar una actividad más demandante, algunos médicos recomiendan tomar clases de ejercicios aeróbicos y yoga, no sin antes consultar con un profesional la posibilidad de llevarlos a cabo, además de brindarte consejos sobre cómo ejecutarlos. Por otro lado la natación es un deporte altamente recomendado porque el agua soporta el peso de tu cuerpo y mantiene equilibrado el ritmo cardiaco.
Entre los beneficios de hacer ejercicio cuando se está embarazada destacan los siguientes: mantiene sanos tu corazón, cuerpo y mente, reduce el estrés, ayuda a prevenir enfermedades como la diabetes gestacional y alivia malestares como el estreñimiento, dolores de espalda, dificultades al dormir y reduce la hinchazón de venas o várices.
A pesar de que el ejercicio te ayuda a sobrellevar el embarazo, es importante que tomes en cuenta que tu cuerpo no guarda las mismas condiciones físicas ni responde de la misma forma a la actividad física, que cuando no estabas embarazada. En este sentido debes considerar que tu respiración será diferente ya que, debido al embarazo, necesitas más oxígeno, en especial durante el segundo y tercer trimestre. Así mismo tu ritmo cardiaco será más rápido y posiblemente tengas menos energía para ejercitarte. Tu temperatura corporal va a elevarse más rápido y se recomienda que evites movimientos que requieran de mucho esfuerzo que puedan provocar futuras lesiones articulares.
No olvides que ser una mamá no implica estar en reposo total, a menos que tu embarazo sea de alto riesgo o te encuentres bajo los síntomas de alguna enfermedad. Si este no es tu caso, ten la confianza de realizar una actividad física, ya que tu salud se vera beneficiada.