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Este es un endulzante natural que se encuentra en gran número de frutas, sobre todo en las dulces, en la miel y en la remolacha.
Es 80% más dulce que el azúcar común, pero con 40% menos calorías y que se metaboliza más despacio que el endulzante común, razón por la cual no eleva los niveles de glucosa en la sangre.
Aparte de no engordar, ayuda a la producción de aminoácidos y defensas corporales, da una mejor fluidez sanguínea, mantiene los niveles normales de colesterol y triglicéridos y mantiene en óptimas condiciones el sistema renal.
También resalta los aromas frutales, así que genera la sensación de un mayor contenido de fruta en las bebidas y aumenta la vida útil de los jugos, néctares y conservas.
Su acción en el organismo
La fructosa ayuda a mantener una buena digestión, ya que pasa lentamente al hígado y no se acumula ni se estaciona allí por mucho tiempo, sino que se metaboliza ya lista para ser utilizada como un factor que brinda mayor energía al cuerpo.
En cuanto al sistema circulatorio, pasa rápidamente al torrente sanguíneo, llevando esta energía a todo el cuerpo en un máximo de tres horas, tiempo en el cual se consumen las calorías de la fructosa.
Su índice glicémico es muy bajo, lo que significa que produce escasos efectos en el nivel de glucosa en la sangre y no estimula la secreción de insulina.
Datos
Mantiene sus características aun al calentarse o enfriarse.
La fructosa no es lo mismo que un azúcar light.
Beneficios para la salud
– Es un endulzante natural.
– Al aportar un menor número de calorías resulta útil para dietas.
– Es mejor tolerada por personas diabéticas.
