Galletitas, ¿buenas o malas?

Este producto tradicional ha servido como fuente de energía a miles de generaciones. La galleta ya no se reduce a la típica de forma redonda y dorada, sino que podemos encontrar aromas, sabores y texturas para todos los gustos. 
Su función principal la desempeña en las horas del desayuno y la merienda y, sobre todo, en las dietas de los más pequeños, donde los chocolates, frutas y frutos secos ayudan a enriquecerla. Pero, actualmente, su papel en la gastronomía se ha diversificado, ya que, por ejemplo, la encontramos en salsas, tartas o postres tan deliciosos como el tiramisú.

Un poco de historia…

Las galletas proceden de 10.000 años atrás, momento en que se descubrió que una especie de sopa de cereales, sometida a un intenso calor, adquiría una consistencia que permitía transportarla por largas travesías sin que se deteriorara en el trayecto. Así, sirvió de alimento en la época de asirios y egipcios, y cuando las legiones romanas las introdujeron entre sus provisiones habituales, las galletas pasaron a tratarse como un alimento vulgar. 
En la Edad Media obtuvieron su nombre como tal y, durante el Renacimiento, ascendieron a las cortes europeas, aderezadas con sabores y aromas. Con el paso del tiempo, las galletas se fueron extendiendo y será a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX cuando comience en Europa su proceso de industrialización y la consecuente producción masiva.

Tipos de galletas

“Este mercado está formado por una gran variedad, dirigida a públicos y necesidades diferentes y con evoluciones distintas según el tipo”, nos explica Dana Barredo, del Departamento de Marketing de galletas del grupo Siro.

Hay dos tipos principales de galletas:

  • Dulces: se dividen en tres variedades, la más importante ocupa el 47% de su volumen, y corresponde a productos básicos para el desayuno, frente al 32% de las especialidades, que son galletas rellenas, con chocolate, pastas artesanas…y suelen consumirse a la hora de la merienda y entre horas. 
    El tercer segmento son las galletas ‘saludables’, idóneas para tomar en cualquier momento del día y que se caracterizan por su funcionalidad; son productos con fibra que aportan muchos nutrientes, como vitaminas, minerales, ácidos grasos…
     
  • Saladas: “este mercado ha crecido el último año en volumen y en valor. Las marcas blancas presentan los mayores crecimientos, aunque algunas compañías apuestan por nuevos lanzamientos”, asegura Dana. Hay galletas clásicas diferenciadas por la forma y las de mayor valor añadido, con sticks, toppings, o de distintos sabores.

¿Son nutritivas las galletas?

Están compuestas por harina de trigo u otros cereales, grasas vegetales y azúcar y a estos ingredientes básicos podemos añadir coco, chocolate, frutos secos, salvado… dependiendo del tipo de galleta que sea.

Respecto a lo saludables que son:

  • Son productos de alto valor energético, entre 400 y 500 calorías, que variarán en función de la galleta.
  • El componente principal son los hidratos de carbono, seguido de las grasas y las proteínas.
  • Las galletas básicas tienen un alto contenido en almidón, por lo que aportan energía de liberación lenta.
  • También suelen ser fuente de fibra si están fabricadas con harinas integrales.

¿El pan engorda menos que las galletitas?

Aunque ambos alimentos tienen harina, las galletas “de agua” o de salvado poseen alrededor de 400 calorías cada 100 gramos, mientras que la misma cantidad de pan suma unas 250 calorías. 
Una galletita cualquiera “de agua” (se supone que son las que engordan menos) están compuestas por hidratos de carbono 70%, proteínas 8% y grasas13%.

El pan común tipo francés se compone de hidratos de carbono 60%, proteínas 12 % y grasas 0%. 
El pan engorda menos porque produce más sensación de saciedad que las galletas. Las galletas, por su parte, tienen generalmente grasa saturada y producen un efecto “adictivo” que nos dificulta el control sobre las cantidades que consumimos.

Principales consumidores

Debido a la gran diversidad de este mercado donde el consumo de galletas está muy masificado, lo mejor es realizar una subsegmentación para diferenciar al público objetivo.
Por ejemplo, los niños se centran en galletas rellenas, tostadas, en relieve, cookies o galletas de chocolate. Por otro lado, una misma persona puede ser consumidora de diferentes tipos de galletas según la hora del día que sea o sus gustos personales.
 
Cada vez nos preocupamos más por nuestra alimentación, y por llevar una vida más saludable, todo ello sin renunciar al buen sabor. Por eso, las galletas saludables son muy demandadas por personas que se encuentran bajo prescripción médica o que no pueden consumir algún tipo de ingrediente como la sal o la glucosa.

 

Acerca Redaccion

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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