1. Tengo un trabajo mejor que el suyo
Jamás te imaginaste que sería uno de esos hombres que se sienten amenazados porque su chica gana más que ellos o tiene un trabajo mejor, pero desde que te ascendieron intenta por todos los medios quitarte méritos o hacerte sentir por debajo de él. Está distante, malhumorado e incluso le ha bajado la libido; o al contrario, necesita demostrar que es muy hombre en todo los sentidos.
2. Ha habido una infidelidad
Éste es uno de los principales motivos de ruptura entre las parejas. Nadie puede saber a priori si va a llegar a ser infiel o no, pero hay personas que son infieles por naturaleza. El problema es la actitud que se adopte ante la infidelidad: mentiras, arrepentimiento, honestidad hacia uno mismo y hacia su pareja… También es importante la forma en que uno se entera de una infidelidad: por su propia pareja o por terceros.
3. No alcanza el dinero
El alquiler, las facturas, el coche, los niños, la hipoteca… Algunas veces tener una vida en común supone una pesada carga económica. Y si encima a alguno de los dos no le va bien en el trabajo, la preocupación se traspasa inevitablemente a la pareja. Es difícil mantener el buen humor y mucho menos la pasión cuando uno no sabe si va a llegar a fin de mes.
4. Viven para el trabajo
Algunas veces el trabajo acapara nuestra vida hasta el punto de dejar en un segundo plano a nuestra pareja. Todos tenemos obligaciones y responsabilidades y es lícito tener ambiciones laborales. Pero también hay que saber ponerse límites cuando el trabajo ocupa la mayor parte de nuestro tiempo. A la pareja hay que cuidarla y atenderla, es duro sentir que un trabajo puede ser más importante que una persona.
5. Los celos no nos dejan vivir
Convivir con una persona celosa puede llegar a convertirse en un infierno. Si al principio te encantaba que fuera posesivo y te halagaba que te quisiera sólo para él, en poco tiempo esta situación te resultará insoportable. Lo más triste es que, además, la persona celosa sufre muchísimo por sus celos, que pueden llegar a convertirse en un problema psicológico.
6. Uno de los dos no quiere tener niños
La maternidad o la paternidad pueden suponer un grave cisma en una pareja. Ya no son sólo ellos los que retrasan el momento de ser padres; con su nueva posición social, son muchas las mujeres que posponen el asunto de los niños en favor de su carrera o su propia vida. Pero que uno de los dos no quiera tener hijos puede suponer un obstáculo insalvable para el otro.
7. Uno de los dos toma drogas
Una adicción a las drogas o al alcohol puede destruir el amor, la confianza y la complicidad que existe en una pareja. El problema surge cuando ya no podéis hacer juntos las cosas que antes les encantaban, cuando quien sufre la adicción empieza a mentir y a mostrarse agresivo. El mayor problema llega cuando el principal amor de quien está enganchado es su propia adicción.
8. No nos comunicamos
De todos, tal vez éste sea el probelma más grave, porque impide la solución a todos los anteriores y puede ser el origen de una abismo insalvable en una pareja. Generalmente son ellos los que tienen más problemas de comunicación, porque nosotras estamos acistumbradas a contárselo todo a nuestras amigas. Pero el verdadero reto no es hablar sobre lo que nos ha pasado durante el día, sino sobre lo que nos ocurre en pareja. Decir lo que nos hiere, nos hace sufrir o nos molesta es duro porque suele dejarnos indefensos frente al otro, pero es absolutamente necesario para tener una relación de pareja adulta y duradera.