Mucha gente comete el gran error de juzgar el progreso de su quema de grasa, mientras buscan un cuerpo en forma, esclavizándose a la báscula. La báscula es una herramienta útil, sin ninguna duda, pero demasiada gente deja de hacer lo correcto (como entrenar con pesas de manera apropiada) solo porque subieron medio kilo en la báscula.
Sin embargo, no puedes culparte si has hecho antes… durante años a la mayoría de nosotros se nos enseñó que debíamos vigilar cuidadosamente la báscula para saber si habíamos o no quemado grasa. No obstante, tu cuerpo puede fluctuar entre unos cuantos gramos hacia arriba o hacia abajo en diferentes momentos del día, todos los días. Esto no significa que hayas quemado o ganado grasa, por lo tanto, seguir a la báscula puede engañar a tu mente.
Otro gran problema que se tiene al utilizar la báscula como única medida de progreso, salió a la luz después de que mucha gente agregó músculo delgado a sus cuerpos.
El músculo pesa más que la grasa, por lo tanto, digamos que has estado siguiendo una rutina de entrenamiento con pesas realizada apropiadamente durante los últimos meses. Te has vuelto más fuerte y también has añadido músculo a tu cuerpo. Si estás añadiendo kilos de músculo delgado a tu cuerpo, es probable que hayas notado que la lectura de la báscula subió. Sin embargo, si asumimos que no ganaste peso de grasa, eso es algo bueno. No se trata de perder peso, se trata de perder grasa.
Más músculo implica más calorías dedicadas a desarrollar ese músculo y mantenerlo con vida. También implica que tu metabolismo se volverá más rápido y será más eficiente para quemar grasa. Pronto notarás que la cifra en la báscula comenzará a bajar, ya que el nuevo músculo ha creado un déficit calórico en tu ingesta diaria de comida.
Lo que realmente debemos de cuidar es el porcentaje de grasa corporal, o qué porcentaje de tu peso corporal está compuesto por grasa corporal. La mayoría de los hombres se sentirán más que felices con sus cuerpos, si están en el rango de 12-15%, y la mayoría de las mujeres se sentirán satisfechas con un porcentaje de grasa alrededor del 16-20. Por lo tanto, sal y consigue un medidor de los pliegues de la piel, es bastante barato, u otro aparato de medición para que puedas llevar un registro de tu porcentaje relativo de grasa corporal. Si va hacia abajo, sigue haciendo lo que estás haciendo, y ¡no te atrevas a ver la báscula!
Otra herramienta para juzgar el progreso de tu pérdida de grasa es el probado espejo de tu baño. En este momento, esto te puede parecer muy simple, pero usa el espejo para juzgar tu pérdida de grasa y tu ganancia de músculo.
Combinado con un uso libre de la báscula y manteniendo registro de tu porcentaje de grasa corporal, tu espejo te dará todo lo que necesitas para juzgar tu progreso. Lo mejor del espejo es que obtendrás una gran motivación al ver cómo cambia tu cuerpo ante tus ojos, y ¡provocará que progreses mucho más!
Otro aspecto importante que debes de considerar al juzgar el progreso de tu pérdida de grasa es crear una expectativa realista de tu nuevo cuerpo. Tal como le enseño a los estudiantes de mi sistema Incinerador de Grasa, nuestros amigos en la industria del acondicionamiento físico a menudo utilizan a personas dotadas genéticamente para promocionar sus productos y programas, esto fácilmente puede engañarte subconscientemente y hacerte creer que todo lo que tienes que hacer es seguir su consejo para verte como la chica o chico de la portada.
La investigación nos dice que somos producto de nuestra herencia genética. Todos poseemos nuestras propias características físicas heredadas. Por ejemplo, algunos de nosotros tenemos más grasa en nuestros vientres que otros. Algunos tenemos más fibras musculares en nuestras piernas y brazos. Algunos tenemos más células adiposas en nuestra cadera y muslos. Algunos somos de baja estatura, algunos somos altos, algunos tenemos cabello castaño, algunos tenemos ojos azules, etc.
Algunos perdemos grasa y ganamos músculo fácilmente, algunos no. Aunque esto no resulta una sorpresa, es importante recordarlo para no sabotear nuestros esfuerzos en el gimnasio o en la mesa cuando intentamos quemar grasa. Solo porque no pierdes grasa en el vientre de la misma manera que tu mejor amigo eso no quiere decir que estás haciendo algo mal.
Solo puedes compararte contigo mismo. Ahora mismo, dentro de ti, está tu mejor cuerpo, tu propio físico fuerte, delgado y sano. Todo mundo es diferente. El tuyo podría estar resaltado por unos hombros más amplios y brazos poderosos. O quizás sea tu esbelta y musculosa cintura lo que enmarque a tu cuerpo.
Por lo tanto, no te sientas encadenado a tus características genéticas, siéntete liberado, sabiendo que tienes el poder de cambiar y transformar lo que se te dio.
Con la combinación del conocimiento correcto con el desarrollo de hábitos, podrás quemar grasa rápido y hacer tales mejoras a tu cuerpo, que impresionarás a casi todos los que conoces. Lo he visto pasar con mis amigos, familiares y estudiantes… estoy hablando de gente que los ve y dice ¡guau!
Y lo más importante, te sentirás muy bien sabiendo que hiciste todo lo que pudiste para vivir el resto de tu vida con el cuerpo que verdaderamente eres capaz de darte… y esa es una sensación asombrosa y fortalecedora.