Con estas dos simples palabras puede definirse la colección de Moschino Otoño-Invierno 2011/2012 en la Semana de la Moda de Milán. Y es que la colección nos ha presentado el perfecto equilibrio entre la feminidad, el estilo dandy, un cierto aire napoleónico y marinero y las tendencias actuales.
Lamé y punto, levitas y faldas lápiz, stilettos y sombreros de capitán….el perfecto equilibrio entre los dos géneros en una gama de tonalidades en la que triunfaron los básicos azul marino, negros y beiges teñidos de pinceladas en fucsias y oros.
El perfecto contraste en una misma silueta. Feminidad a raudales de cintura hacia abajo y la masculinidad con aires militares en el torso. Ideales los complementos que reforzaron la dualidad del desfile. En especial sus gorras de capitán.
Los detalles ponen la nota femenina en conjuntos que bien podrían lucir caballeros ingleses, desde chaquetas smoking hasta levitas. Paillettes, adornos en puños y broches….
Los botones oro utilizados de nuevo por la firma, que continúa con la tendencia napoleónica que hemos visto en pasadas temporadas.
Y una noche de lo más brillante y especial. La maxi falda se viste de lujo gracias a materiales y acabados de oro y se mezcla con el punto, el perfecto contraste de tejidos.
Queda claro que Rosella Jardini ha deseado darle un girlo a la a veces exageración propia de Moschino, conteniéndola y aportando ciertos toques de dandy.