La exposición “México: Las Culturas Antiguas de Veracruz” en Lyon, Francia, fue cancelada, misma que abriría las actividades del Año de México en Francia, en consecuencia del caso de Florence Cassez, francesa condenada en México a 60 años de prisión por secuestro.
El presidente francés Nicolas Sarkozy dedicó el Año de México en Francia a Florence Cassez y esto provocó que el gobierno de México cancelara su participación en las actividades de este marco y diplomáticos de aquí se negaran a asistir.
Carlos Manuel Valdés, historiador saltillense, señala que los franceses pierden una oportunidad única cancelando además de la exposición, el Año de México en Francia: “Qué desgracia que se cancelen (los eventos culturales), yo viví en Francia tres años, yo quiero mucho a Francia; y van a perderse la exposición pues las riquezas de México son únicas y Francia es un país de gente muy culta”.
La exposición exhibiría más de 200 objetos de culturas olmeca, totonaca y huasteca, muchos de ellos jamás expuestos en Europa y se hallan ya en las vitrinas del museo Saint-Romain en Gal, a las afueras de Lyon.
La escritora Marlén Curiel-Ferman señala que es una decisión sin fundamento, porque se está involucrando una situación ajena, Cassez, con la cultura: “No me parece nada correcto que en cada acto estén recordando la memoria de la señora Cassez (…) Se supone que este evento está tratando de dar una retroalimentación tanto cultural como artística e incluso económica por parte de ambos países y no creo que Cassez pueda ser un objeto de retroalimentación cultural”.
La saltillense explica que se está desbordando el nacionalismo francés, pero de forma pueril: “Es demasiado nacionalismo, es muy estúpido y lo estoy llevando a extremos donde son completamente impensables este tipo de reacciones pueriles en una época en la que se supone que ya hemos superado toda esta problemática de respeto a las naciones”.
Hace una hipótesis: que México cancelara los filmes franceses en una situación similar y nombra esto como absurdo.
Las instrucciones que se dieron al comisionado del Año de México en Francia fueron no abrirla al público “por el momento”. Si se desaprovecha en Francia esta exposición, explica Valdés, sería mejor trasladarla: “Yo pensaría que en lugar de que cancelen eso, que la lleven a España, Alemania, Portugal”.
Por su parte, el ciudadano francés que vive en Saltillo actualmente, Jeremie Ditault, originario de Thouars, Poitou-Charentes (cercano a París), califica esto como un comportamiento “tonto”: “son cosas diferentes, la cultural y la política (…) Eso es tonto, porque las actividades son algo que muchas personas de México y Francia están trabajando desde hace varios años y qué lamentable porque ellos, de un día a otro, por algo tonto, algo diferente, que no toca a la cultura, van a cancelar festivales”.