LaSalud.mx / Ellas.mx .- De acuerdo con el Dr. Tatnai Burnett, del área de Ginecología y Obstetricia de Mayo Clinic, existen varias condiciones que provocan menstruaciones dolorosas. A veces, la situación puede repercutir sobre la fertilidad, pero muchas mujeres con endometriosis mínima o leve no tienen dificultad para convertirse en madres.
Cuando una mujer sufre endometriosis, el tejido que normalmente reviste el interior del útero, llamado endometrio, crece fuera del útero. Por lo general, abarca los ovarios, trompas de Falopio y el tejido que reviste la pelvis; en raras ocasiones, el tejido endometrial puede diseminarse más allá de los órganos pélvicos.
El dolor es el síntoma más común de la endometriosis. Generalmente, el dolor y los calambres empiezan varios días antes del inicio de la menstruación y continúan durante algunos días del período menstrual. Si bien es común que se presenten algunas molestias durante el periodo menstrual, con la endometriosis se reportan dolores mucho más intensos, además, con el paso del tiempo el dolor aumenta y se presenta con mayor frecuencia.
Otros síntomas pueden incluir menstruaciones abundantes, dolor durante o después de las relaciones sexuales, dolor en la espalda lumbar, dolor abdominal y dolor al defecar u orinar, especialmente durante la menstruación. La endometriosis también puede provocar diarrea, estreñimiento, cansancio, distensión abdominal y náusea, sobre todo durante las menstruaciones.
¿Cómo detectar endmetriosis?
Si su médico sospecha endometriosis en función de sus síntomas, posiblemente realice un examen pélvico para revisar la presencia de anomalías que pueden derivar de la endometriosis, como quistes en los órganos reproductivos o fibrosis detrás del útero. Lo recomendable podría ser realizar una ecografía de los órganos reproductivos, examen que tal vez no sea capaz de mostrar un tipo superficial de tejido endometrial, pero que sí puede revelar quistes relacionados con la endometriosis y, a veces, hasta endometriosis nodular.
En algunos casos, los resultados del examen pélvico y una ecografía, sumado a los síntomas de la paciente, es suficiente para sugerir el diagnóstico de endometriosis. En otras situaciones, en cambio, puede ser necesario realizar un procedimiento quirúrgico llamado laparoscopia. La laparoscopia es también la única manera de diagnosticar definitivamente la endometriosis.
Durante la laparoscopia, el cirujano introduce a través de una pequeña incisión cerca del ombligo un instrumento fino que permite visualizar el tejido endometrial fuera del útero. Se obtienen biopsias de las anomalías y se las envía al laboratorio para confirmar el diagnóstico. La laparoscopia puede proporcionar al profesional de la salud información acerca de la ubicación, la extensión y el tamaño de la endometriosis, además de simultáneamente permitir la extracción del tejido endometrial.
El tratamiento de la endometriosis puede implicar medicamentos y cirugía. Los medicamentos, como los analgésicos y la terapia hormonal, pueden aliviar los síntomas de la endometriosis, pero no necesariamente cambian la enfermedad subyacente. La única manera de eliminar el tejido endometrial que está fuera del útero es mediante cirugía. Desgraciadamente, a veces, la endometriosis vuelve a aparecer después del tratamiento quirúrgico.
Algunos proveedores de atención médica plantean que, para tratar la endometriosis, hay que llevar a cabo una histerectomía, o extirpación del útero. Sin embargo, reitera el especialista, eso no elimina el tejido que se formó fuera del útero, pero elimina la posibilidad de un futuro embarazo. Además, las últimas evidencias indican que las mujeres menores de 35 años a quienes se les hace una histerectomía debido a endometriosis corren más riesgo de enfermedad cardíaca a medida que avanzan en edad. Debido a estos factores, normalmente, solo se recomienda la histerectomía en aquellos casos de endometriosis con razones específicas para realizar el procedimiento, como son aliviar sangrados abundantes o eliminar un dolor que empieza en el útero.
Aproximadamente entre el 33 y el 50 % de las mujeres con endometriosis tienen problemas de infertilidad, pero no se sabe con claridad cuál es la conexión exacta entre endometriosis e infertilidad. Parte del problema parecer ser que el tejido endometrial o la fibrosis se localiza en las trompas de Falopio o alrededor de ellas, lo cual puede hacer peligrar la capacidad de los óvulos de llegar al útero; otra posibilidad es que la endometriosis también daña al óvulo y al semen, lo que complica la concepción. No obstante, muchas mujeres con endometriosis pueden luego tener un embarazo exitoso.