Ellas.mx De mujeres para mujeres
La incontinencia urinaria es un padecimiento que consiste en la pérdida involuntaria de orina, surge de la necesidad repentina de orinar, pero se es incapaz de retenerla, pasa sobre todo cuando una persona estornuda, ríe o realiza algún esfuerzo físico pesado. Puede originarse a cualquier edad, pero sobre todo en las mujeres, ya que una de cada cuatro la presenta.
Existen 7 tipos de incontinencia urinaria en la mujer, los cuales son los siguientes:
Incontinencia urinaria de esfuerzo: este tipo de incontinencia ocurre al realizar cualquier movimiento o actividad física; como por ejemplo con la risa, por un estornudo, por practicar algún deporte, cargar objetos pesados, por pararse o incluso por agacharse que pueden provocar escapes de orina que van desde unas gotitas de chorro.
Incontinencia de urgencia: para este caso, se asocia con una necesidad imperiosa y repentina de orinar. Existen dos tipos de incontinencia urinaria de urgencia, las cuales son las siguientes.
Incontinencia sensitiva: está provocada por un aumento de los impulsos sensitivos desde los receptores de tensión/ presión que se encuentran en las paredes de la vejiga. Aparece una sensación temprana de plenitud y urgencia por orinar, pero también llega a estar asociada a enfermedades.
Incontinencia urinaria por rebosamiento: suele ocurrir por que la vejiga se encuentra distendida por obstrucción e imposibilidad de vaciado, suele tener dos causas de incontinencia.
Orgánica: La vejiga se encuentra distendida por una obstrucción que impide el paso de la orina y es incapaz de vaciarse. Cuando la vejiga ya no puede distenderse más se produce el rebosamiento.
Neurológica: Generalmente surge por lesiones medulares, esclerosis múltiple o intervenciones quirúrgicas que afectan al nervio pélvico.
Incontinencia urinaria de causa psicógena: normalmente se asocia a estímulos externos que afectan a los sentidos (frío o agua), a emociones fuertes y repentinas (miedo, angustia o placer) o fobias y manías.
Incontinencia neurológica o daño cerebral: se asocia a enfermedades como Parkinson, Alzheimer, espina bífida, esclerosis múltiple o daños cerebrales que pueden afectar a la comunicación entre el cerebro y la vejiga.
Al ser éste, un padecimiento muy frecuente, si existe la manera de solucionarlo de la mejor manera, por ejemplo, los ejercicios de fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico o ejercicios de Kegell pueden resultar muy beneficiosos. El 70% de las personas que lo practican han tenido mejoría. También se puede optar por cirugía, auto sondaje intermitente o tratamiento farmacológico.
