Guerra frontal contra la pobreza

La guerra frontal contra la pobreza ha sido uno de los retos fundamentales del Estado mexicano y en las últimas décadas se ha buscado encararla principalmente con base en políticas de asistencia a los sectores más pobres; cuestión que no abonado al combate a la pobreza.

Las mejores prácticas en materia de política social en el mundo, demuestran que se debe transitar de políticas asistencialistas a políticas de desarrollo, en las cuales el Estado se convierte en un facilitador para que las personas encuentren los espacios y las fórmulas adecuadas para mejorar sus condiciones de vida;con las que  la población más pobre  pueda avanzar, desarrollarse y generar para sí mismos y sus familias una mejor calidad de vida, es decir, PROSPERAR.

El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 tiene como uno de sus objetivos incrementar la productividad del país para llevar a México a su máximo potencial.

A través del eje  denominado  México incluyente, se prevé garantizar el ejercicio efectivo de los derechos sociales de todos los mexicanos, que vaya más allá del asistencialismo y que conecte el capital humano con las oportunidades que genera la economía en el marco de una nueva productividad social, que disminuya las brechas de desigualdad y que promueva la más amplia participación social en las políticas públicas como factor de cohesión y ciudadanía.

El Programa de Desarrollo Humano Oportunidades que buscaba romper con el círculo de pobreza intergeneracional,transfiriendo ingresos a las familias pobres con la condición de que mantuvieran a sus hijos en la escuela, visiten de forma regular la clínica de salud local  y asistan a talleres paraampliar sus capacidades  básicas, desgraciadamente  ha sido insuficiente, según datos de CONEVAL.

Por lo que lo que se decidió hacer un rediseño en la política social transformando el programa OPORTUNIDADES  en PROSPERA, con el cual se  brindaran opciones que fomenten la productividad de las familias para que sean capaces de generar ingresos por su propia cuenta y disminuyan su dependencia de las transferencias monetarias, además de facilitar la ampliación de sus trayectorias educativas y su ingreso al mercado laboral formal con el objeto de fomentar su independencia económica.

¿Pero cómo llegar a donde queremos?Existe una estrecha relación entre educación y productividad, mejorar la educación, en calidad y cobertura, no solamente reducirá  la pobreza sino quecontribuirá  al crecimiento económico.El desarrollo de capacidades productivas es un vehículo de movilidad social que permiteelevar la productividad de un individuoy generarle activos propios para su integración al entorno económico.

Por lo que se requieren también políticasque incrementen y mejoren las habilidades, capacidades técnicas y productivas para el trabajo y el autoempleo de la población en general, y de manera particular, de la que se encuentra en pobreza, vulnerabilidad y marginación.

PROSPERA  es un programa efectivo de lucha contra la pobreza, que no se limita a medidas de emergencia,  y que está ligado a una estabilización de la economía y a la reanudación del crecimiento.

El desarrollo y la prosperidad son bienes innegociables.Las múltiples dimensiones de la pobreza requieren una acción coordinada que luche contra sus causas desde diversos frentes.En el marco de un federalismo constructivo, cada instancia y orden de gobierno involucrada debe asumir plenamente sus responsabilidades para contribuir a la transformación de México.

Candidata a Doctora en Administración Pública

Presidenta de NV Nivel Humano A.C.

@rosyoviedo

Acerca Redaccion

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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