Aprender a cuidar del cuerpo y acudir periódicamente a revisión médica es fundamental para preservar la salud. En el caso de la mujeres, el ginecólogo es el especialista indicado para acompañarla a través de las etapas de su vida, desde la adolescencia hasta la senectud.
El doctor Carlos Miguel Salazar Juárez, coordinador delegacional de Salud Reproductiva en la Delegación Estado de México Poniente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), recomienda que la primera visita con el ginecólogo, idealmente sea entre los 11 y 15 años de edad, porque en esa etapa se presenta el primer ciclo menstrual, por tanto, se puede orientar a la adolescente sobre los cambios hormonales y el desarrollo, tanto físico como psicológico que experimentará durante el resto de su vida.
Al ser un especialista en la Salud Reproductiva, el ginecólogo está altamente capacitado para brindar información completa sobre su salud, los padecimientos a las que está expuesta la mujer, las acciones preventivas que debe tomar para evitar enfermedades de transmisión sexual, cáncer mamario o cérvico uterino y otro tipo de riesgos a los que debe enfrentarse conforme a su crecimiento, dijo el médico del IMSS.
Señaló que es poco frecuente que las derechohabientes acudan de manera preventiva a su cita con el ginecólogo, normalmente lo hacen cuando ya presentan un problema como flujo irregular, secreción vaginal anormal o alguna afección en su zona genital y en glándulas mamarias, aproximadamente a los 18 años de edad.
El doctor Salazar Juárez recomendó no tener miedo a esta visita con el médico y desde el inicio establecer una relación médico-paciente en la que prevalezca la confianza, respeto y comunicación que permita a la mujer acudir con frecuencia a consulta para mantener o recuperar su salud, la mujer debe evitar la vergüenza y el miedo y proporcionar al especialista la información que requiera para evaluar su estado de salud.
La mujer debe presentarse a la cita médica aseada y con ropa interior limpia. Por lo regular la primera consulta incluye una revisión de mamás y exploración física, para descubrir si existen alteraciones además de una serie de preguntas sobre la aparición y periodicidad del ciclo menstrual, las enfermedades que has tenido y si es una mujer sexualmente activa, estas servirán para integrar el expediente y llevar control sobre los antecedentes y posibles riesgos de padecimientos.
La exploración física dependerá de la situación individual de cada paciente, para mayor comodidad se hace ante la presencia de una enfermera y si la paciente lo solicita, de un familiar.
Aconsejó que cuando se trata de menores de edad, acudan con un familiar para que se sienta en un ambiente seguro, en el que pueda exponer y sean resueltas sus dudas y reiteró que los consejos o sugerencias que pueda recibir la adolescente de amigas o a través de información de redes sociales o Internet no es la mejor opción para aclarar dudas, ya que no se tiene la certeza de que es verdadera o con base científica, nadie resolverá o tratará mejor un problema de salud, que un médico.