Este padecimiento afecta aproximadamente a un 20 por ciento de las mujeres que se encuentran en edades de entre los 20 y los 50 años de edad
El padecer una infección de las vías urinarias hace referencia a un proceso infeccioso en la vejiga. Los síntomas típicos son: necesidad de orinar frecuentemente o sentir ardor. Esta también se conoce como cistitis, y es bastante común entre mujeres que tienen entre 20 y 50 años de edad, refirió la especialista María Guadalupe Santillán Mora, ginecobstetra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Delegación Estado de México Poniente.
La especialista mencionó que aunque los varones también padecen infecciones urinarias, son las mujeres las más propensas a adquirirlas, debido a la anatomía femenina, ellas son más propensas a bacterias, hongos y virus que ataquen su sistema urinario; es por ello que a fin de evitar consecuencias dolorosas, molestas y riesgosas, se debe mantener una buena higiene, así como hábitos alimenticios saludables.
Es importante mencionar que este tipo de padecimientos afecta aproximadamente a un 20 por ciento de las mujeres que se encuentran en edades entre 20 y 50 años de edad, en promedio al 1 por ciento de los hombres, aunque podría esta cifra incrementase después de los 50 años, debido a que su proceso de envejecimiento se acompaña de circunstancias que dificultan el tránsito de orina y favorecen la reproducción de microorganismos.
“Debemos tomar en cuenta, que la poca incidencia en hombres es porque el sistema urinario masculino es más largo que el de la mujer, y muchas de las bacterias u hongos que llegan a filtrarse por el pene, son expulsadas por la presión que ejerce la orina. Sin embargo el mantener relaciones sexuales sin protección y sobre todo la mala higiene hace a los hombres susceptibles a contraerlas” mencionó Santillán Mora.
En el caso de las mujeres, la etapa del embarazo las hace más propensas a padecer infecciones, debido a que la uretra más corta facilita y la cercanía del recto a la vagina facilita su contaminación; además hay la posibilidad de la que la mujer no vacíe por completo la vejiga cada vez que orina o que se introduzcan bacterias al interior de la vejiga al momento del contacto sexual, apuntó la especialista.
Además de estos riesgos, se suman los cambios que el propio embarazo produce en el aparato urinario, como son la relajación del músculo liso de los uréteres impidiendo el tránsito adecuado de la orina a la vejiga para ser eliminada y la compresión que ejerce la matriz sobre la vejiga puede lastimar su cubierta interna, dejándola incapacitada para vaciarse por completo cada vez que la mamá orina.
Recalcó que las medidas para prevenir las infecciones son sencillas , en el caso de mujeres, la limpieza después de defecar debe realizarse de la vagina hacia el ano y nunca en sentido contrario, a fin de evitar infecciones.
Otras indicaciones, que tanto hombres como mujeres deben seguir, son: la ingesta de agua, de acuerdo a los requerimientos del organismo; no aguantarse las ganas de orinar; utilizar ropa interior de algodón y no intercambiarla; así como utilizar preservativos en cada relación sexual y abstenerse de tenerlas cuando se tenga algún tipo de infección para evitar contagios.