La etapa reproductiva de la mujer comienza en la adolescencia, con la llegada de su primer ciclo menstrual, el cual ocurre entre los 11 y los 15 años de edad, y se ve finalizada entre los 45 y los 55 años con la llegada de la menopausia. El periodo que comprende el climaterio, y dentro de este la menopausia, es alrededor de los 45 a los 65 años de edad, etapas normales en la mujer madura.
Con respecto al tema, la jefa de enfermeras Norma Carbajal Visoso, adscrita al área de Educación e Investigación Médica del Hospital de Gíneco-Obstetricia 221 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Delegación Estado de México Poniente precisó que clínicamente la menopausia es el cese de la función menstrual. Se diagnostica esta al tener una ausencia mínima de 12 meses sin menstruación.
En tanto que el climaterio comprende un más amplio periodo y abarca pre y post-menopausia.
Un ciclo menstrual normal se divide en dos etapas, la estrogénica cuando ocurre la ovulación y la progestacional que es cuando se mantiene la ovulación a través del embarazo, en el caso de que en esta etapa no hay embarazo se disminuye la acción de la progesterona y continúa la estrogénica.
En estos ciclos los estrógenos tienen la labor de regular el funcionamiento del aparato reproductor, así como del fortalecimiento de los huesos y la salud de las arterias. Con la menopausia y la falta de los estrógenos, los huesos comienzan a debilitarse y se origina la osteoporosis con cambios en la postura, encurvamientos, fracturas constantes.
La sintomatología de este padecimiento es, el ciclo irregular, cambios propios de deficiencia hormonal (bochornos), cambios de carácter, inestabilidad emocional, sudoración excesiva, resequedad vaginal que produce dolor, resequedad en la piel y hasta inapetencia sexual.
El tratamiento con respecto a estas etapas, se determina midiendo los niveles hormonales (estrógenos y progesterona), para iniciar una terapia hormonal de reemplazo, suministrando de manera oral, transdérmica o parenteral estrógenos naturales, equinos o sintéticos.
Cabe destacar que esta terapia no produce cáncer, al contrario si la paciente es una persona con tendencia a contraerlo, el tratamiento le beneficia tanto que puede retrasar la aparición de éste, concluyó Carbajal Visoso.