Los ácidos grasos Omega-3, ayudan a la reducción de la presión arterial y triglicéridos previniendo así las enfermedades coronarias.
Recientemente, en la revista American Journal of Clinical Nutrition se ha confirmado una vez más la importancia de consumir como parte de la dieta diaria alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 por su “efecto protector” contra la diabetes tipo 2.
Entre las fuentes ricas en ácidos grasos omega-3 de origen animal se encuentran los llamados pescados azules. Los más comunes son el salmón, el atún, la sardina, la trucha, la anchoa y el hígado de bacalao. Las fuentes de origen vegetal más comunes son la lechuga, las espinacas, las coles de Bruselas, fresas, pepinos, nueces, almendras y soya.
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