Normalmente no hablamos de incontinencia por vergüenza e inseguridad

Mi nombre es Ana, tengo 34 años y quisiera compartir con ustedes mi experiencia sobre la incontinencia urinaria.

Para mí fue un golpe muy duro, pensaba que las pérdidas de orina eran cosa de la edad,  por lo que todavía me quedaba suficiente tiempo para sufrirlo. Sin embargo, después de dar a luz a mi segunda hija,  y tras un parto muy doloroso, empecé a tener escapes de micción abundantes y muy frecuentes, literalmente no podía retener mi “pipi”.

Era sumamente incómodo, no podía sentarme o levantarme por mucho tiempo sin que tuviera ganas de ir al baño y, justo antes de llegar, mojaba  mis pantaletas con fugas involuntarias de orina. Me sentía tan inútil, no podía moverme bruscamente, reír a carcajadas o simplemente caminar sin sentir el temor de mojar mi ropa.

Comencé por usar protectores íntimos para controlar un poco la abundancia del fluido, pero no fue suficiente, además tenía la constante sensación de oler a orina, llegué al punto de no querer salir de casa y como es de suponerse, mi relación con mi marido no marchaba nada bien, puesto que yo no quería hacer el amor por vergüenza a orinarme en el acto. 

Era tal mi depresión y mi desgaste emocional que decidí asistir al ginecólogo para saber si realmente era un padecimiento de la edad y no tenía solución.

En un principio el médico me indicó que tenía Incontinencia Urinaria, padecimiento ocasionado por la disfunción del suelo pélvico, aclarándome que éste no dependía de la edad, sino que había sido provocado por un desgarro perineal durante mi último embarazo. Por lo que me recomendó asistir con un especialista en suelo pélvico.

Después de la primera visita al experto e investigar sobre este padecimiento, me di cuenta que la Incontinencia Urinaria puede ser reversible a través de ejercicios, medicamentos y, en el peor de los casos, cirugías.

Lo que a mí me ayudó, fue realizar ejercicios de contracciones y relajaciones, por varios minutos, varias veces al día. Además de reducir los líquidos irritantes para mi vejiga, como el café, el refresco, picantes, grasas, etcétera.

De esta forma pude ir recuperando poco a poco el control de mi vejiga.

Con ello quiero decirles a todas las mujeres que sufren de Incontinencia Urinaria “visiten a su médico”, la vergüenza y el miedo no son la salida,  la seguridad y la prevención sí.

Recuerda tu salud y bienestar es lo primero.

 

Acerca Redaccion

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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