Mujer y Finanzas

Pensar en contratos extensos de letra diminuta e innumerables condiciones, sólo para poder guardar un “dinerito” en el banco es para  muchos una tarea tan engorrosa que terminamos “firmándole un contrato al Diablo”, nos envuelven tanto con los porcentajes e intereses que no nos damos ni cuenta de la costosísima anualidad de la cuenta que irá desinflando los ahorros, y quizá la mera decepción nos lleve a recurrir al confiable y mullido colchón o al “casi” infalible escondite en la cocina.

Pues ya basta de aceptar algo que no nos conviene o de resignarnos a no obtener lo que esperamos de un banco, pongamos en orden nuestras finanzas para que los bancos realmente trabajen en nuestro beneficio. Uno de los puntos clave para elegir una institución bancaria que nos ayude a mantener en orden nuestras finanzas es definirnos y definir nuestras necesidades ¿esto qué significa?

Afortunadamente los bancos ofrecen una cantidad de productos muy específicos por lo que también funcionan mejor para cada necesidad, en este caso los productos dirigidos a la mujer representan mayores ventajas para nosotras. Dicho esto, debemos sopesar entre los bancos nacionales y regionales, la variedad de servicios, seguridad, cercanía, horario de atención y banca electrónica.

La pregunta principal es ¿qué necesito? y una vez aclarado ese punto lo siguiente es analizar nuestro ritmo de vida, así sabremos si lo conveniente es un banco con muchas sucursales y cajeros automáticos, uno que tenga un horario extendido, que la banca en línea se muy eficiente o alguno al que podamos llegar con relativa facilidad, además de los beneficios de sus productos.

Otro aspecto que puede determinar nuestra decisión es la cantidad de dinero que se maneje, si se requiere como una cuenta de ahorro, de inversión o una que facilite el realizar numerosos movimientos al mes. La cercanía es un punto significativo, así para hacer algún trámite o consulta no tendrás que recorrer varios kilómetros; lo ideal es elegir un banco que no cobre comisiones o que si lo hace, sean bajas y se obtenga una buena ventaja.

En este aspecto lo mejor es acercarse al ejecutivo y consultarle hasta que no exista una sola duda sobre los esquemas de cuotas y comisiones, por uso de tarjeta, chequera, cajeros, transferencias, etcétera, generalmente son muy calificados y esencialmente amables.

Por otro lado, no necesariamente el que ofrezca la comisión más baja significa que sea el que te convenga a ti específicamente, por lo que también vale la pena analizar el resto de servicios que brindan las instituciones bancarias, pues quizá a futuro puedas beneficiarte de algún otro, como un seguro de vida, un crédito automotriz o hipotecario, por nombrar algunos. 

Recapitulando, analízate como cliente, evalúa tus necesidades, busca opciones tentativas e infórmate con los ejecutivos hasta que todo quede tan claro como el agua y al elegir hazlo según servicios y beneficios, comisiones, cercanía, horarios de atención y seguridad.

Acerca Redaccion

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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