Estudios recientes han revelado que sólo el 70 por ciento del sobrepeso está relacionado con factores genéticos; el resto con el ambiente.
Investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), descubrieron una variable genética, fundamentalmente en el mexicano, que propicia la obesidad.
Los resultados indican que las mujeres que ingieren gran cantidad de carbohidratos, al igual que niños a temprana edad, desarrollan con más frecuencia dicha alteración, presente, desde entonces, en nuestros antepasados.
El sedentarismo, la depresión y el estrés son algunos detonantes del sobrepeso, así como las dificultades psicológicas y conductas en el pasado.
Por años, se han buscando remedios y medicamentos que ayuden a contrarrestar el padecimiento, por llamarlo de alguna manera.
A principio de 2012, el doctor Mitchell Roslin, del Hospital del Norte de Westchester en el estado de Nueva York, aseguró que “Tener una píldora para la obesidad sería como decirme que existe un fármaco para la fiebre”, reconoce que “No parece existir un modo seguro de desactivar una de las funciones más fundamentales del organismo”.
Por otro lado, estudios han arrojado, que es conveniente regresar al consumo de determinados alimentos como la chía, el nopal y la soya, debido a su alto contenido en fibra y proteína de origen vegetal; la chía es un fruto que no permite la acumulación de grasas en el tejido; el nopal cuenta con grandes cantidades de agua y es bajo en calorías; mientras que la soya es rica en Omega 3.
Asimismo, se ha verificado que las personas con dicho padecimiento responden con efectividad a las dietas para combatir el aumento de masa corporal.