Aquí te traemos unos consejos para que lleves inmaculadas esas “cartas de presentación”… después de todo, a tu chico le gustan tus tiernas y tersas caricias.
HIDRATALAS. Si quieres quitarles ese aspecto agrietado y opaco, y evitar que tus manos griten una edad que no tengas, masajea unas gotas de aceite de oliva en tus manos antes de que te vayas a la cama; colócate unos guantes de algodón y duerme con ellos (hasta Victoria Beckham ha confesado irse así a la cama). A la mañana siguiente verás que ni un bebé tendrá la piel tan suave como tú. Otra opción es añadir un poco de azúcar a una crema (de preferencia grasosa); masajea la mezcla y enjuaga con agua tibia, las notarás más tersas.
Muy importante, lleva a la mano una presentación de bolsillo de crema para manos; así podrás hidratarlas a cualquier hora, sobre todo después de lavarlas, cuando se resecan más.
EXFOLIALAS. Así como otras partes de tu cuerpo (como rostro, codos y rodillas) tus manos también necesitan remover las células muertas como parte de su cuidado. Haz una pasta a base de limón y azúcar; frótala por 5 minutos y después enjuaga. Si encuentras en avena en tu alacena, entonces haz uso de ella combinándola con yogurt natural; pórtate como niña pequeña y diviértete pasando esta mezcla por tus manos por 10 minutos; después enjuágala con agua tibia. No olvides que, cualquiera de las dos recetas que quieras seguir, tienes que aplicar al final una crema superhidratante.
PROTEGELAS. Te los hemos dicho, y lo seguiremos diciendo: usa bloqueador solar (sólo piensa en el tiempo que quedan expuestas a los rayos UVA y UVB), además es la mejor arma para prevenir manchas indeseables en tus queridas extremidades. También sé bondadosa con ellas y utiliza guantes cada vez que tengas contacto con polvo, detergentes y limpiadores. De preferencia utiliza un jabón de tocador neutro así evitarás exponerlas a irritaciones y resequedades provocadas por jabones perfumados.