En una infección crónica como la provocada por el VIH, el cuerpo consume más energía (calorías). Si se usa más de lo que se consume, se puede perder peso. Con el tiempo, una pérdida excesiva de peso puede llevar a desnutrición.
Las personas VIH positivas a menudo necesitan un mayor consumo diario de calorías para prevenir la pérdida de peso. El hambre no siempre es una guía confiable, dado que puede haber náuseas o repulsión hacia los alimentos, incluso cuando más se necesitan. Si éste es el caso, hay que consultar al médico acerca de si es necesario intervenir usando estimulantes del apetito o medicamentos para controlar las náuseas.
Los carbohidratos son una buena fuente de energía, pero pueden ser un problema si se tiene diabetes. Éstos se encuentran en alimentos tales como el pan, las pastas, el arroz, los cereales y las papas.
Fuente: suplementoletraS