Por decreto del Poder Ejecutivo, el gobierno argentino prohibió el día 5 de julio la publicación de avisos clasificados de oferta sexual, conocidos como “el rubro 59”.
El anuncio lo hizo la presidenta Cristina Fernández, quien evaluó la decisión como “un gigantesco paso en la lucha contra la trata” y definió a los avisos como “un vehículo en la comisión de este delito” y “una profunda discriminación hacia la condición de la mujer como tal”.
Además, comparó que mientras la trata con fines sexuales o laborales se aborda periodísticamente como problema, en los mismos diarios está la oferta sexual “que les deja pingües ganancias a las empresas”. Esta doble moral, no obstante, estaba bajo la lupa de los tres poderes hace tiempo