“De haber seguido las indicaciones que plantea la actual propuesta de modificación a la
Norma Oficial Mexicana (NOM-041) para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y
vigilancia epidemiológica del cáncer de mama (CaMa), la cual establecería en 50 años la edad
a partir de la cual las mujeres deberán acudir a los sistemas de salud a realizarse la primera
mastografía, hoy estaría muerta”. Así concluyó su breve pero intensa participación la Dra.
Felicia Knaul, responsable del área de Competitividad y Salud de la Fundación Mexicana para
la Salud A. C. (FUNSALUD), en el Foro de discusión Tamizaje del cáncer de mama en México:
¿a qué edad es recomendable iniciar?, del 14 Congreso de Investigación en Salud, evento en
el que se debatió acerca de la edad y la frecuencia con la que deben llevarse a cabo las
mastografías de tamizaje en México, y en el que también participaron los doctores Alejandro
Mohar, Director General del Instituto Nacional de Cancerología; Olga Georgina Martínez
Montañez, de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, y Patricia Pérez Reyes,
de los Servicios de Salud de Nuevo León, así como el Dr. Mauricio Hernández Ávila,
Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud (Ss) federal,
en calidad de moderador.
De acuerdo con la también secretaria ejecutiva de la asociación “Tómatelo a Pecho”,
organización dedicada a promover la prevención del CaMa mediante su detección oportuna,
tal modificación a la NOM-041 reduciría las posibilidades de que las mujeres de 40 a 49 años
accedieran a un diagnóstico temprano, lo cual resultaría altamente perjudicial para su salud,
teniendo en cuenta que la detección tardía de la enfermedad provoca la muerte de más de la
mitad de las mexicanas con este padecimiento.
Por su parte, el Dr. Alejandro Mohar señaló que el problema del CaMa en México trasciende
el asunto de la edad y la frecuencia con la que debe realizarse el tamizaje, ya que no existe
en nuestro país ni la infraestructura necesaria para el manejo de lesiones, ni el control de
calidad adecuado de las mastografías.
La Dra. Olga Martínez, mientras tanto, aseveró que la incidencia de CaMa en México es
menor que en el Reino Unido, donde se registran entre 4 y veces más casos de esta
enfermedades. “En nuestro país, sin embargo, el diagnóstico oportuno está desorganizado, y
el proceso que va de la detección hasta su atención puede llevar de entre 3 meses hasta un
año y medio” afirmó.En su turno, la Dra. Patricia Pérez habló sobre los avances registrados en el sistema de salud
de Nuevo León en torno al tamizaje del CaMa. Al respecto, comentó: “en 2003 no se hacía
tamizaje en el estado, se realizaron 52 detecciones, y se contaba con un solo mastógrafo;
para 2010 se incremento la cobertura, se llevaron a cabo 300 detecciones y el número de
mastógrafos llegó a diez”.
El Dr. Hernández Ávila dio por concluido el foro señalando que es a través de este tipo de
discusiones y consensos como la salud pública en México avanza, y que las propuestas y
resultados derivados de estos eventos serán llevados al Comité Consultivo Nacional sobre
Metrología y Normalización, órgano que depende de la Ss y analiza la edad de acceso a la
primera mastografía.
Entre las diversas actividades del 14 Congreso de Investigación en Salud Pública, las
presentaciones de libros ocupan un importante lugar.
Fruto de la colaboración entre el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el Centro
Nacional para la prevención y el control del VIH/SIDA (CENSIDA) y el Instituto Nacional de las
Mujeres (INMujeres), el libro Mujeres, adolescentes y niñas mexicanas: una mirada
comprensiva en torno al VIH y el SIDA. Epidemiología, prevención, atención y mejores
prácticas en México, aborda el problema de la epidemia de VIH/SIDA en las mujeres, a través
de cuatro capítulos en los que diversos autores analizan esta problemática desde el
panorama epidemiológico, de la prevención, el panorama de la atención y las mejores
prácticas.
En los últimos años los casos de VIH/SIDA en mujeres mexicanas han ido en aumento,
pasando de 300 casos en los años ochenta, a 1 500 a partir del año 2000. En 99% de los casos
recientes de SIDA en mujeres la vía de infección fue por mantener relaciones sexuales con
hombres seropositivos. El aumento en la prevalencia de SIDA se ve reflejado en la
disminución de la razón hombre-mujer para esta enfermedad; en el inicio de la epidemia
dicha razón era de 10.8 a 1, disminuyó a 6.2 en 1990 y a 4.7 en el año 2000. Hoy en día la
relación hombre-mujer en el país es de 4.0 a 1, es decir, una de cada cuatro personas que
vive con VIH es mujer.
De acuerdo con Jessica Lombana del INMujeres, este libro forma parte tanto de los esfuerzos
para conocer la situación de las mujeres con VIH/SIDA y visibilizar la vulnerabilidad de las
mujeres en cuanto a su afectación por la epidemia, como de las acciones necesarias para
reducir la expansión de la epidemia de VIH/SIDA en las mujeres. Recalcó que esta publicación
es un llamado sobre la necesidad de atención hacia las mujeres que viven con VIH, la
importancia de fortalecer la prevención, y el compromiso de posicionar a las mujeres con VIH
como una prioridad para las políticas públicas. Por su parte, Niza Picasso, de la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH/SIDA
(ICW), hizo énfasis en la necesidad de una correcta documentación de los casos de mujeres
infectadas, el apoyo éstas mujeres, y la mejora de las prácticas para brindar el diagnóstico.
Asimismo, explicó la importancia de la educación a fin de erradicar el estigma por esta
enfermedad, puntualizando que la epidemia por VIH en mujeres no es sólo un problema de la
pobreza, sino que repercute en todos los estratos sociales.
Finalmente, Pilar Torres, editora de la publicación, afirmó que “el presente libro busca
proporcionar evidencia científica sobre las dinámicas que impulsan la epidemia del VIH/SIDA
en las mujeres, adolescentes y niñas mexicanas, y ofrecer información que permita tomar
decisiones para dirigir los esfuerzos preventivos y de atención a fin de tener un mayor
impacto”, y exhortó a consultar el libro a fin de difundir los resultados y recomendaciones
que en él se proponen.