Uno de los secretos fundamentales para lucir un buen maquillaje es la variación que podamos implementar teniendo en cuenta la ropa, los colores del rostro, la época del año y la hora del día. Es muy importante poder lograr una armonía entre todos estos factores.
Para elegir el color de maquillaje tengamos en cuenta que existe una clasificación que distingue a los colores cálidos de los tonos fríos. Los primeros son aquellos en los que predominan el amarillo y el rojo y los últimos son los que incluyen tonos azules, violetas o grises. A la hora de elegir los colores es importante tener claro qué queremos reflejar y cuál es la expresión que buscamos mostrar.
Además de los tonos cálidos y fríos, se pueden utilizar los colores neutros: blanco y negro. Generalmente son tonos clásicos que se pueden incluir en cualquier tipo de maquillaje. El negro es muy útil para dar luminosidad y brillo a los colores claros y apaga los oscuros. Para obtener una buena armonía en las tonalidades, tengamos en cuenta el color de ojos, cabello y piel.
También es muy importante la cuestión de la vestimenta como ya se ha mencionado anteriormente. La elección del make up debe hacerse además dependiendo del horario: no es lo mismo la luz natural durante el día que la artificial en la noche. Esta última, por más potente que sea, siempre es menos resplandeciente que la natural, y por tal motivo es primordial reforzar más el maquillaje.