La obesidad durante el embarazo podría afectar sistema inmune de recién nacidos

Un nuevo estudio realizado por el Instituto Nacional de Perinatología (INP), de México, mostró que los fetos de mujeres con obesidad tienen problemas para controlar las inflamaciones que se presentan durante su gestación, lo que eleva el riesgo de abortos y de nacimientos prematuros.

 

La investigación, realizada por el doctor Rodrigo Vega Sánchez, quien tuvo como coautor al doctor Héctor Alejandro Barajas Vega, ganó el Premio Panamericano Bimbo 2010 en Nutrición, Ciencia y Tecnología, la categoría juvenil, en el área de Nutrición Humana.

La obesidad es un problema de salud pública en la población mexicana. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) del 2006 indicó que el 34.5% de las mujeres en edad fértil presentan dicho padecimiento.

Este estudio aporta nuevos datos sobre el impacto que tiene la obesidad en la mujer embarazada y en su bebé. Se demostró que los fetos de mujeres obesas podrían ser menos capaces de controlar un proceso inflamatorio, lo que podría limitar el óptimo desarrollo fetal o incrementar el riesgo de aborto o parto prematuro.

 El tema del impacto de la obesidad en el embarazo comenzó a estudiarse desde hace 10 años, principalmente en Estados Unidos. De estos estudios surgieron los primeros datos de que la cantidad de grasa en las personas puede influir negativamente en el desempeño del sistema inmune.

La novedad del estudio mexicano que fue premiado fue que demostró que la obesidad de la madre no sólo la daña a ella sino también a su descendiente.

“No estaba claro cuál era el impacto de la obesidad  en el sistema inmune de las embarazadas, en particular en las últimas semanas antes del parto, cuando es normal que se presente un proceso inflamatorio que involucra al sistema inmune”, explica a Crónica el doctor Vega Sánchez.

“Lo más interesante que encontramos en nuestro estudio fue que la obesidad materna sí afecta al bebé. Los mecanismos de regulación del sistema inmune se ven mucho más afectados en el recién nacido que en la propia mamá. El bebé de una mujer embarazada y que tiene obesidad se puede ver en riesgo de mayores infecciones y de procesos inflamatorios irregulares, comparados con los bebés de madres que no tienen obesidad”, explicó el investigador del INP.

Héctor Alejandro Barajas, coautor del estudio premiado, detalló que el punto más importante en el que hay que fijarse dentro de su investigación es que la nutrición de la madre afecta la programación fetal, es decir, que un embarazo que se transcurre con mucha obesidad puede ser la causa de que el recién nacido se convierta después en una persona con enfermedades degenerativas que pudo haber evitado la madre controlando su peso.

“El estado de nutrición de la madre influye mucho en la manera como se va a comportar el cuerpo de su hijo durante el estado fetal y en los primeros días de nacido. Se ha identificado que los bebés de mamás con sobrepeso u obesidad pueden presentar desde muy chicos problemas que originalmente sólo correspondían a adultos, como la resistencia a la insulina o hipertensión”, explicó Barajas Vega.

Uno de los valores adicionales de este estudio es que, debido a que se realizó en el interior del Instituto Nacional de Perinatología, sus resultados se pueden llevar rápidamente a nuevos programas de prevención para la salud de madres e hijos recién nacidos.

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Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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