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El Banco de Leche Humana del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes” lleva a cabo un proceso de selección de donadoras muy riguroso, ya que cada año pasteuriza mil 400 litros que alimentan a casi 800 niñas y niños.
De acuerdo con la coordinadora del Banco de Leche Humana del INPer, Silvia Romero Maldonado, se solicita que la madre sea sana, tenga excedente de leche posterior a alimentar a su hija o hijo; que se encuentre dentro del primer año de lactancia; exámenes de laboratorio vigentes normales (BHC, hepatitis B y C, y sífilis), y prueba de VIH, estudios que se realizan en el instituto.
Las donadoras candidatas reciben capacitación sobre la forma de recolectar, conservar y transportar la leche. En la mayoría de los casos, personal del instituto –que comenzó a operar en 2012– recolecta en el domicilio de la donadora, previa cita telefónica, con el objetivo de garantizar el traslado en condiciones óptimas.
A pesar de que se ha comprobado que la leche materna no transmite el virus SARS-CoV-2, para evitar que se contamine se realiza un protocolo de extracción con las medidas sanitarias prescritas: uso de mascarilla KN 95 y careta, correcto lavado de manos con agua y jabón, horarios escalonados para acudir al lactario y sana distancia.
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Durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna, Romero Maldonado señaló que esto permitió que, durante el confinamiento, el Banco de Leche Humana registrara mayor cantidad de líquido recolectado, debido a que madres donadoras laboraron desde casa.
Tras la pandemia, según las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud (OMS/OPS), los conflictos geopolíticos se ampliaron y con ello profundizaron las desigualdades; de forma que más personas se encuentran en condiciones de inseguridad alimentaria. Ante esto, la leche materna asegura la alimentación para la o el lactante desde el inicio de su vida.
Leche materna produce oxitocina, la hormona del amor
La alimentación desde el seno materno en los primeros 60 minutos a partir del nacimiento del bebé produce oxitocinas, lo cual facilita el desprendimiento de la placenta y la contracción del útero. En consecuencia, disminuye el sangrado en la madre, posterior al parto; mientras que al bebé le ayuda a regular su frecuencia cardiaca y a controlar su temperatura.
La coordinadora del Banco de Leche Humana, Silvia Romero, explicó que el mejor alimento para la persona recién nacida es la leche materna, ya que cubre sus necesidades nutricionales e inmunológicas, ayuda a prevenir enfermedades y promueve el vínculo madre-hija (o).
Del mismo modo, la OPS señala que este lácteo se considera “la primera vacuna” pues en la primera hora de vida reduce casi 20% el riesgo de morir en el primer mes. Además, tiene gran cantidad de inmunoglobulinas que protegen a las personas recién nacidas contra neumonía, diarrea, infecciones del oído y asma, entre otras enfermedades.
En tanto que, en la madre, si amamanta disminuye cuatro por ciento el riesgo de padecer cáncer de mama y 27% cáncer de ovario, así como mayor posibilidad de enfermedades cardiovasculares e hipertensión.
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