Ellas.mx / LaSalud.mx .- En nuestro país ocurren alrededor de 100 mil casos de Accidentes Cerebro Vasculares al año, y representa la cuarta causa de muerte; así lo revela información emitida por la Facultad de Medicina de la UNAM. Un Accidente Cerebro Vascular (ACV), también llamado Enfermedad Vascular Cerebral, es una afección cardiovascular que ocurre de manera súbita y que afecta los vasos sanguíneos que conducen oxígeno al cerebro. Cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene, las células cerebrales dejan de funcionar; afectando la motricidad, el lenguaje, la vista de quien lo padece; o causando incluso la muerte.
Un accidente cardiovascular ocurre por una obstrucción que impide que la sangre fluya hacia el corazón, la causa más común de obstrucción es la formación de depósitos de grasas en las paredes internas de los vasos que aportan sangre al corazón o al cerebro.
Prevención, un factor clave
Los ACV, al igual que los infartos de miocardio a menudo se pueden evitar, ya que están asociados a factores de riesgo tratables y controlables como la hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto, obesidad, sedentarismo, tabaquismo, alcoholismo; además de una inadecuada alimentación.
De ahí la importancia de mantener una dieta sana, hacer ejercicio de manera regular, evitar el consumo de tabaco, procurar mantener un peso adecuado; además de realizarse revisiones periódicas para medirse la presión arterial, el azúcar en la sangre y el nivel de colesterol; toda esta información les permite a los especialistas médicos determinar factores de riesgo cardiovasculares.
¿Qué hacer ante un ACV?
En caso de que una persona presente dificultad para hablar, manifieste entumecimiento o debilidad repentina en el rostro, brazos o piernas, tenga problemas de visibilidad, mareo, confusión o pérdida de equilibrio; se deberá llamar de manera inmediata a un servicio de emergencia.
La clave para el tratamiento y la recuperación de un accidente cerebrovascular es llegar al hospital rápidamente, de ahí la importancia de llamar a los servicios de emergencia. Los pacientes con accidente cerebrovascular que son trasladados al hospital en una ambulancia pueden ser diagnosticados y tratados más rápidamente que las personas que no reciben esta atención.
Cuanto antes se atienda a la persona y se administre un tratamiento, existen mayores probabilidades de minimizar el daño. La mortalidad puede disminuir gracias a los novedosos tratamientos que permiten desbloquear arterias y ayudan a minimizar el daño cerebral. Los tratamientos endovasculares del accidente cerebrovascular isquémico, por ejemplo, están aumentando gracias a la disponibilidad de nuevos dispositivos efectivos para la eliminación del trombo.
El diagnóstico para el tratamiento óptimo en caso de un ACV se puede determinar mediante diversos tipos de análisis y exploraciones; ya sea por tomografía computarizada, imágenes por resonancia magnética, ecografía o angiografía cerebral, entre otros.