LaSalud.mx.- La Secretaria de Salud emite medidas preventivas para el cuidado de la piel durante esta temporada de calor, con la finalidad de proteger a la población de los intensos rayos de sol.
Durante esta época la gente tiende a exponerse a sufrir daños como quemaduras solares y a contraer cáncer de piel, entre otros casos.
La exposición solar se acumula día a día, y ocurre cada vez que se está bajo el sol. El mantenerse en la sombra es una de las mejores maneras de limitar la exposición a la radiación ultravioleta (UV). No se tiene que evitar completamente la luz solar, sin embargo, demasiada puede ser perjudicial.
Existen algunas medidas que se pueden tomar para limitar la exposición a los rayos UV: Si va a pasar tiempo al aire libre, “¡Póngase, úntese, colóquese y use!” es una frase popular que puede ayudar a recordar algunos de los pasos clave para protegerse contra los rayos UV: ¡Póngase una camisa!, ¡úntese bloqueador solar!, ¡colóquese un sombrero!, ¡use lentes de sol para proteger los ojos y la piel alrededor de éstos!
Una manera de limitar la exposición a la luz ultravioleta es evitar permanecer afuera bajo la luz solar directa por un período prolongado, esto resulta particularmente importante entre las 11 y las 16 horas, cuando la luz ultravioleta es la más intensa.
En la actualidad se fabrican prendas de vestir ligeras y cómodas, que protegen contra la exposición UV, incluso al estar mojadas; estas telas tienden a ser de un tejido más estrecho, y algunas cuentan con un recubrimiento especial que ayuda a absorber los rayos UV.
Otra forma de prevención, es a través de la utilización de bloqueadores solares, los cuales ofrecen protección contra los diferentes tipos de radiación: UVA y UVB. El factor de protección solar (FPS) se refiere al porcentaje de radiación tipo UVB que filtra.
Por ejemplo: un FPS 15 filtra un 93 por ciento de la radiación, un FPS 30 filtra un 97 por ciento y un FPS 50 filtra un 98 por ciento. Para que el bloqueador solar sea efectivo se requiere aplicar la cantidad adecuada unos 30 minutos antes de la exposición a la radiación aún en días nublados, y reaplicar cada 2 a 4 horas, dependiendo del sitio de la exposición; esto no exime al paciente de cuidados adicionales para la piel.