Nutritiva.mx.- ¿Te excediste y subiste de dos a cuatro kilos o más durante las fiestas navideñas? Seguramente iniciarás una dieta de reducción a partir del seis de enero, pero esos kilos parecen difíciles de bajar. David Montalvo Castro, Presidente del Colegio Mexicano de Bariatría (CMB), A.C., explica que durante las fechas de celebración, los adultos consumen una cantidad excesiva de calorías, grasas y alcohol más de lo habitual.
El Médico Bariatra, también director general de la clínica Be Care Medical Center, comenta que generalmente los hombres adultos suben en promedio de 2 a 3 kg, las mujeres adultas 4 y los niños 2; sin embargo, dice, si estas personas sufrían de obesidad, la subida de peso de los hombres puede ser de 4 kg, las mujeres de 6 o más y los niños entre 3 a 4 kg.
Manos a la obra
El especialista indica que el riesgo de aumentar de peso permanece constantemente al acecho, pues toda vez que una persona consume más calorías de las que su cuerpo necesita, el excedente de energía se acumula en forma de grasa. Agrega que será más fácil perder 5 o 6 kilos que 12, 15 o 20: “Una pérdida saludable de peso es de 1 kg por semana para el 80% del sobrepeso, y 500 g por semana para el 20% restante, por lo que el peso ganado en la temporada decembrina puede implicar 6, 8 o más semanas de hacer muy bien una dieta de reducción”.
Comenta que si bien una buena rutina de ejercicio es muy recomendable, no siempre es la mejor opción para bajar de peso, pues una sesión de ejercicio intenso puede aumentar el hambre, y, por otra parte, se deben considerar los alimentos y los líquidos y hacer una combinación de todos los elementos para obtener resultados beneficiosos en la tarea de bajar de peso. Al respecto, sugiere lo siguiente:
Ingerir ensaladas de vegetales y verduras sin aderezos.
Tomar suficiente agua, evitando todo lo azucarado.
Comer carne blanca (pollo, pescado, atún) con guarnición de verduras.
Consumir las frutas de la temporada.
Evitar el ayuno prolongado. Hacer 3 comidas y 2 colaciones.
Reducir en lo posible el consumo de harinas refinadas y alimentos con alto contenido de azúcar y de grasa.
Poner énfasis en los tamaños de porción.
Evitar comer golosinas y productos industrializados, consumir alimentos en su forma más natural posible.
Comer lento, masticar pausadamente y disfrutar la comida sin prisas.
Ejercitarse
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