Por: Iveth Vivas
Cuando decidimos que nuestro día será tranquilo, relajado e informal lo que necesitamos es una prenda que nos brinde comodidad y estilo: los leggins.
En sus diferentes versiones es posible encontrarlos con texturas, colores, estampados, estilo capri o largos. Por su versatilidad la combinación con t-shirt’s es una excelente opción, de la cual se desprende la regla número 1: la camiseta debe topar y cubrir perfectamente los glúteos.
La magia al utilizar éste básico radica en la correcta elección de los complementos que lo acompañarán para obtener un look sencillo, pero femenino.
Adquirir unos leggins en color negro o con diseños podrán salvarte de cualquier aprieto en las cuatro estaciones del año.
En primavera: leggins estampados, camiseta sin mangas, flats y lentes de sol.
En verano: leggins estampado floral, blusa satinada, y sandalias
En otoño: leggins negros, botas, suéter largo y una pashmina
En invierno: leggins negros, botas estilo militar, chaqueta de piel y camiseta blanca.
Para hacer una buena compra en este básico toma en cuenta los siguientes puntos:
-Jamás se verán bien unos leggins blancos o color “piel”. ¡No los compres!
-Leggins morados, amarillos o rojos, no están de moda. Evítalos.
-Una prueba infalible para saber la calidad de la prenda es colocando tu mano dentro de los leggins y si se transparenta, deséchalos.
Los leggins no son un sustituto de los jeans por eso nunca debes dejar al descubierto tus atributos naturales, es muy desagradable presenciar escenas donde descubres la ropa interior de quienes lo llevan puesto. ¡No lo hagas!
Explota tu creatividad y descubre tu estilo.