Mitos sexuales femeninos

Culturas machistas relegan la sexualidad femenina y le restan valor, generando con ello información que no siempre es veraz, perjudica las relaciones de pareja y, en ocasiones, pone en riesgo la salud. Por ello usted debe estar enterada y darle a este tema su real valor.

Si bien la labor de los medios de comunicación ha servido para difundir aspectos trascendentales sobre la salud sexual, así como de la importancia de acudir al médico ante cualquier duda o indicio de problemas, parece que lo hecho fuera insuficiente todavía. Es por ello que presentamos información que pude ser de utilidad para su vida íntima, y que seguramente redundará en una mejor relación de pareja.

1. El sexo oral no produce cáncer

Tanto la llamada felación (excitación del hombre a partir de besar sus genitales) como el cunnilingus, (estimulación oral en el área genital femenina) cuentan con un halo de inseguridad que limita su práctica, debido principalmente a que tanto semen como secreciones genitales son vehículos trasmisores de virus, bacterias y hongos generadores de infecciones venéreas, pero nunca cáncer. El riesgo radica cuando la boca o los órganos sexuales cuentan con una herida que sea la puerta de entrada a los microorganismos mencionados.

2. Ingerir semen no es dañino

Científicamente se ha comprobado que entre los componentes del semen se encuentran proteínas, pero difícilmente se podría asegurar que su ingestión represente un aporte de nutrientes significativo como para cubrir los requerimientos de una persona para su vida cotidiana o, menos aun, para aumentar de peso. Por otra parte, no hay evidencia de que tragar secreciones vaginales o semen sea dañino a la salud, a no ser que dichos fluidos provengan de una persona que tenga una enfermedad de transmisión sexual, como las señalas con anterioridad.

3. La mujer eyacula

Para muchas mujeres es motivo de vergüenza mojar sábanas, o incluso el colchón, con el fluido segregado involuntariamente al momento del orgasmo, pues suele ser confundido con orina por ser expulsado por la uretra (conducto por el que es eliminado este líquido de desecho).

Vayamos por partes. Es bien sabido que la mujer produce una secreción vaginal al momento de la excitación, que tiene como objetivo lubricar las paredes del órgano para que la penetración no resulte dolorosa. Muchas mujeres lubrican abundantemente —lo cual no siempre indica que se trate de una fémina multiorgásmica—, pero tampoco es este fluido el segregado durante el punto culminante del orgasmo.

Las investigaciones más avanzadas señalan que el fluido expelido es un líquido alcalino segregado por las glándulas parauretrales, y en su constitución se han encontrado una enzima llamada fosfatasa ácida prostática y glucosa (azúcar); el mecanismo de liberación se activa como resultado de las contracciones pélvicas durante el orgasmo. Debemos dejar claro que no todas las mujeres presentan la eyaculación, que la misma no depende de algún tipo especial de estimulación y que entre quienes la manifiestan habrá mayor o menor cantidad.

4. La vagina expulsa aire

También es causa de pena para muchas féminas el hecho de que durante el encuentro sexual su órgano reproductor expulse aire y haga ruido similar a la salida de gases estomacales por el ano, sin el aroma característico de estos últimos. Bien, pues hay dos maneras de que haya presencia de aire en la vagina:

a. Por la existencia de ciertas levaduras (hongos) en el área; cuando este es el caso la expulsión de aire será casi imperceptible e irá acompañado de un olor un tanto desagradable; habrá que realizar papanicolau con colposcopía para corroborar la presencia de microorganismos y el tratamiento a seguir.

b. Al tener relaciones sexuales, el movimiento del pene empuja aire al interior del útero, de manera que tenderá a salir cuando el órgano masculino lo permita, pudiendo ser incluso un tanto ruidoso (para algunas chicas igualmente penoso). Evitando las posiciones en que se tiene el coito que permiten el ingreso de aire se acabarán los problemas.

5. La penetración anal no sólo es para pervertidas

Si bien aún en nuestros días se sigue tachando a la masturbación como algo indebido y morboso, la práctica del sexo anal supera al anterior como transgresor por ser calificado como “sucio”, “perverso” y “del gusto de los depravados”. Lo cierto es que el ano tiene tantas terminaciones nerviosas sensibles como vagina o pene, por lo cual es igualmente capaz de producir placer; incluso, algunas investigaciones al respecto indican que hay mujeres que sólo pueden alcanzar el orgasmo por esta vía, sin que intervenga vagina o clítoris, aunque no es lo más frecuente.

La penetración anal ha sido por siglos la opción para quienes buscan preservar la virginidad y evitar embarazos no deseados, o como una opción en los períodos de menstruación. No obstante, es muy importante tomar algunas medidas que harán de este tipo de coito seguro y satisfactorio; por ejemplo, el uso del condón resulta de vital importancia, ya que la mucosa rectal es una vía de entrada de virus y bacterias que pueden invadir al órgano masculino y causarle alguna infección; por la misma razón se debe cambiar el preservativo si se contempla una penetración vaginal, o bien, lavar pene o dedo que se haya empleado en la penetración antes de introducirlo al órganos reproductor femenino.

También debe tomarse en cuenta que a diferencia de la vagina, el recto no se autolubrica tras la excitación, por lo que deberá utilizarse crema o gel lubricante con base acuosa (vaselina y aceites pueden perjudicar al látex del preservativo); el producto debe colocarse tanto en pene o dedo como en ano. Finalmente, tenga en cuenta que el recto puede llegar a sufrir daños si el coito es violento, de manera que la penetración debe ser cuidadosa, paulatina y suave, retirándose si el receptor refiere dolor intenso o si hay fuerte resistencia. Esta información puede abrir su mente a nuevas experiencias con su pareja.

6. Mal olor vaginal, no sólo quien tiene relaciones sexuales

Por naturaleza la vagina tiene un olor peculiar, con cierta acidez, que no es desagradable y que se debe a las bacterias que conforman la flora microbiana que ahí habita. Cuando ésta se ve alterada, el aroma que se desprende cambia notablemente, llegando a ser penetrante. La causa más común es la presencia de una infección que deben ser tratada lo antes posible por algún ginecólogo.

Otra causa común, y que debe tenerse muy en cuenta, es la falta o indebido aseo de la vulva (entrada de la vagina) y de las zonas cercanas a ésta, donde pueden acumularse sudor y orina. Sin embargo, se debe tener en cuenta que también la higiene excesiva modificará la acidez de la flora bacteriana, de modo que el uso de productos perfumados puede irritar la zona y provocar un efecto no deseado. La revisión médica y los resultados de pruebas de laboratorio determinan la presencia de microorganismos infecciosos y la manera de hacerles frente, de forma que la medicación cambiará si los causantes del problema con hongos o bacterias.

Ahora bien, la presencia de microorganismos no siempre se debe a haber tenido contacto sexual con alguien infectado, ya que también pueden presentarse por vestir ropa ajustada o húmeda, o por llevar gérmenes del ano a la vulva por deficiente higiene genital. Cabe mencionar que no cambiar toallas o tampones en lapso de 4 a 6 horas durante los días que dure el periodo menstrual puede generar mal olor.

7. La mujer puede quedar embarazada en su primera relación sexual

Mucha gente considera imposible que se geste la concepción durante el primer encuentro sexual, lo cual no tiene fundamento médico, ya que biológicamente no existe ningún impedimento para que así suceda; es más, algunas mujeres por efecto del nerviosismo y la ansiedad previa a la noche de bodas o de su primera relación pueden adelantar la ovulación y facilitar la concepción, hecho que ocurre con mucha frecuencia.

8. No todas las pastillas anticonceptivas engordan

Algunas píldoras para evitar el embarazo tienen como efecto secundario el aumento de peso; sin embargo, la industria farmacéutica ha seguido investigando y ha lanzado al mercado pastillas anticonceptivas que tienen menos efectos secundarios e incluso mejoran ciertos aspectos físicos, como el cutis, al cual protegen del acné.

9. El coito con cuidado durante el embarazo no hace daño al feto

Cuando la gestante se encuentra en buen estado de salud puede tener vida sexual activa sin ningún problema. Algunas mujeres lo consideran inapropiado, pues creen que se hace daño al feto, cosa por demás falsa, ya que el pene —por muy grande que sea— jamás será capaz de penetrar en el útero, que es donde se encuentra el bebé.

Más bien, lo importante es buscar posiciones que eviten que el abdomen de la embarazada sufra presión; las más recomendables son:

•Ambos de costado, procurando que la espalda de ella quede pegada al pecho de él.

•Ella sentada sobre el hombre, quien tiene que estar acostado.

•También se puede recurrir al sexo oral, respecto a lo cual es importante aclarar que si la gestante ingiere semen no se verá alterado el curso del embarazo ni sufrirá daño el feto; lo que si es importante es que el compañero no tenga alguna enfermedad de transmisión sexual.

10. El deseo sexual se acaba con la menopausia

Aproximadamente a los 48 años de edad la mujer empieza a experimentar cambios generados en su aparato reproductor, ya que de manera natural los ovarios producen estrógenos (hormonas femeninas) en menor cantidad, y esto se refleja en la suspensión del sangrado menstrual (la última se denomina menopausia), sudoración excesiva, oleadas repentinas de calor, fatiga y depresión frecuente. Al conjunto de dichos síntomas que se les conoce como climaterio.

Bien, ahora cuenta con más elementos para hacer su vida sexual más confiable y segura.

Acerca Redaccion

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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