Cómo perder grasa abdominal en cuatro pasos

La vergüenza no es la peor de las consecuencias de tener una panza abultada. De hecho, la grasa abdominal incrementa los riesgos de padecer enfermedades cardíacas y diabetes. Por suerte, no es necesario un plan dietario excesivamente complicado para deshacerte de la grasa abdominal. Sí bien esta grasa puede ser algo persistente, no tendrá cómo defenderse ante nuestro combo de nutrición adecuada, hidratación, ejercicio, y buena predisposición.

Cree en ti

La forma en que te sientes con respecto a tu capacidad de perder peso puede jugar un rol fundamental en tu éxito. Si estás lleno de dudas y negatividad, no vas a encontrar de dónde sujetarte en aquellos momentos en que las cosas se pongan difíciles. En vistas de alcanzar tu objetivo de perder peso, debes creer firmemente en ti; debes creer que tienes lo necesario para hacerlo.

Perder peso no es nada más que una cuestión de vanidad; tiene que ver también con vivir en forma saludable y sentirte de la mejor manera todos los días. Una cosa que va a ayudarte a mantenerte enfocado es pensar en que el proceso de quema de grasas es más bien un cambio de estilo de vida que una dieta. Si te concentras en vivir en forma saludable más que en hacer una dieta, lograrás sostenerte en el tiempo y será más sencillo sobreponerte a los sentimientos negativos.

Come saludable

Para asegurarte de obtener cantidades adecuadas de estos nutrientes, incorpora a tu dieta una variedad de alimentos saludables como vegetales, frutas, aves, carnes magras, nueces naturales, legumbres, arvejas, granos, y huevos enteros.

Y en cuanto a eso de contar calorías para perder peso, no lo hagas. No nos malinterpretes. No se trata de meter cualquier cosa en tu cuerpo sin ser consciente de lo que haces. No obstante, será mejor que ocupes tu tiempo en otra cosa que en hacer cuentas con las tablas nutricionales de cada cosa que comes. Cuando tengas hambre, y vayas ha comer, disfruta la comida en lugar de estar pensando en las calorías.

¿Y cuál es el secreto?, te estarás preguntando. Pues voy a decirte que si eliges los alimentos adecuados y optas por porciones de un tamaño razonable, vas a perder tu grasa abdominal sin la necesidad de hacer una sola cuenta.

Bebe abundante agua

El agua suele ser un elemento subestimado por la mayoría de los planes nutricionales. Algunos incluso ni la mencionan. No obstante, para nosotros es un elemento crucial para quemar calorías y mantener una saluda adecuada. El agua ayuda a metabolizar las grasas acumuladas y libera el cuerpo de los excesos de grasas y toxinas. El agua, asimismo, previene la hinchazón y la constipación, y ayuda a controlar el apetito.

La mayoría de las personas no da valor a la cantidad de agua que se necesita para vivir, de modo que no se mantienen adecuadamente hidratadas. Para una salud óptima, se sabe que una persona debe, en promedio, beber dos litros de agua al día.

Levántate y ejercita

Cuando comienzas tu plan de alimentación saludable, automáticamente reduces tu ingesta calórica y comienzas a perder peso. Sin embargo, al menos que agregues ejercicio físico a la receta, tu metabolismo irá perdiendo velocidad y, finalmente, se reducirá la eficiencia del quemado de grasa abdominal.

No hay forma de seleccionar áreas específicas para la pérdida de grasa. Los ejercicios abdominales sólo funcionan tonificando los músculos. La única forma de lucir esbelto es quemando la grasa. Si no lo haces, cualquier tonicidad muscular que adquieras a través del ejercicio quedará sepultada bajo los mares de grasa abdominal.

Si combinas entre 30 y 60 minutos de actividad cardiovascular intensa con una alimentación apropiada, la grasa alrededor de tu ombligo se derretirá como mantequilla bajo el sol. Si estás fuera de estado, hacer 30 – 60 minutos de actividad física puede ser excesivo en un primer momento. En este caso, podrás comenzar con un entrenamiento de 5 – 15 minutos. Simplemente trabaja con convicción hasta que tu condición física mejore.

No intentes cambiar tu estilo de vida de la noche a la mañana. Comienza haciendo pequeños ajustes. En un comienzo, podrías probar bebiendo más agua, incrementando el consumo de vegetales y ejercitando tres veces a la semana. Una vez que te acostumbres a estos ajustes, gradualmente profundízalos. Recuerda, los pequeños pasos pueden conducirte a grandes resultados.

Acerca Redaccion

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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