En cualquier salón de clases del país puede haber un niño superdotado, pero sólo el 5% de esta población podrá desarrollar todas sus capacidades: “En México existen cerca de un millón de menores de 16 años de edad con estas características y hay por lo menos 100,000 en la Ciudad de México. El problema es que la mayoría de ellos difícilmente serán detectados, debido a que serán diagnosticados erróneamente con enfermedades como el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) e incluso con trastornos psiquiátricos”, explicó Andrew Almazán Anaya, quien en unos cuantos días será el psicólogo más joven de México y tal vez de América Latina y del mundo.
El adolescente mexicano de 16 años, quien también estudia la carrera de medicina y funge como Director Técnico del Centro de Atención al Talento (CEDAT), subrayó que los niños con sobrecapacidad conforman una minoría poco comprendida e incluso discriminada: “En el CEDAT acuden padres de familia con diagnósticos poco alentadores de sus hijos. Los califican como niños problema que presentan bajo aprovechamiento escolar y retraimiento. Al ser diferentes suelen ser objeto de segregación y muchos de ellos han sido medicados, supuestamente para inhibir su ‘hiperactividad'”, dijo.
El problema de los fármacos, precisa el Dr. Asdrúbal Almazán Meléndez, director general del CEDAT, es que si se prescriben a menores superdotados el efecto es contraproducente: incrementan su actividad. “Ese precisamente es un síntoma que diferencia a un niño con sobrecapacidad de uno que padece TDAH. Lo mejor es no llegar a esos límites, ya que existen expertos que emplean herramientas de detección y diagnóstico, tanto académico, como de capacidad cognoscitiva para detectar a los niños talento. Esa es una de nuestras tareas del CEDAT”.
Una vez diagnosticados correctamente, precisa Andrew Almazán Anaya, la vida cambia tanto para los niños, como para su familia. Por ejemplo, en el CEDAT se fomenta su desarrollo en todos los sentidos: emocional, afectivo, intelectual y deportivo. “El niño con sobrecapacidad aprende muy rápido y ama los retos. Si no está constantemente aprendiendo nuevas tareas, se frustrará e incluso padecerá trastornos depresivos graves. Aquí disponemos de una metodología para satisfacer y desarrollar su increíble avidez de conocimiento”, señaló el Dr. Almazán Meléndez.
En el CEDAT se imparten cursos de Astronomía, Filosofía, Química, Paleontología, Matemáticas y se fomenta el espíritu de juego de los niños con actividades acordes a su edad y capacidad, ya que practican el Tae Kwon Do y el ajedrez, entre muchas más. Como parte de su desarrollo, el Centro dispone de terapias educativas y psicológicas individuales.
Los padres de Andrew, ambos con estudios de posgrado en Psicopedagogía, vivieron en carne propia los problemas que puede padecer un niño superdotado en su niñez, por los diagnósticos poco acertados. Una vez que comprendieron y detectaron las capacidades de su hijo, Andrew, se dieron a la tarea de fomentar su desarrollo intelectual en todos los sentidos, al grado que en breve se graduará como el Psicólogo más joven de México, además de estudiar de forma paralela la carrera de medicina, entre muchas actividades. “Por esta razón creamos el CEDAT, porque existen miles de niños superdotados en México, cuyo destino podría perderse si no son diagnosticados adecuadamente”; concluye el Dr. Asdrúbal Almazán Meléndez.