El presidente mexicano Felipe Calderón promulgó el día de ayer una reforma constitucional para sancionar la trata de personas, un delito que será perseguido sin necesidad de denuncia, y se garantizará el anonimato de las víctimas en el proceso, informó el gobierno.
La reforma modifica los artículos 19, 20 y 73 de la constitución mexicana a fin de que la trata de personas se persiga de oficio, se dicte prisión preventiva sin derecho a fianza contra los probables responsables y se proteja la identidad de las víctimas en el proceso judicial.
El presidente subrayó que este delito es uno de los de mayor incidencia en México y que el crimen organizado trasnacional, además de “traficar migrantes, drogas, personas o armas, está metiéndose cada vez más activamente en la trata de personas”.
El Legislativo mexicano tiene 180 días para elaborar una ley, en el marco de las reformas promulgadas, que sancione de manera específica la trata de personas.