Escribió García Márquez: “Galtieri no conseguirá impedir que el próximo jueves, a las 11 de la mañana, esté en la Plaza de mayo la manifestación de siempre con las madres de siempre, cuyo quinto aniversario se cumple dentro de pocos días. Estarán, como siempre, frente a la dictadura más sangrienta de este siglo en América latina, pidiéndoles las cuentas que la dictadura tendrá que rendir, tarde o temprano, y con las Malvinas o sin ellas”
Atenco con los machetes o sin ellas se escucha:
“Zapata Vive la lucha sigue”, “La tierra no se vende. La tierra se ama y se defiende”. Hoy después de 100 años de la revolución y un año de la liberación de presos políticos del movimiento del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco, la voz de las mujeres se recuerda.
El 3 y 4 de mayo 42 mujeres fueron detenidas de las cuales 23 reportaron abuso sexual por parte de los policías. En un mes sumaban más de 100 mujeres que levantaban la voz en contra del proyecto aeroportuario en San Salvador Atenco.
Hijas, madres y esposas se organizaban para tener noticias de sus familiares y ejercer presión al gobierno para liberarlos o saber su paradero.
“Desde el momento que decidimos entrar al movimiento, cambiamos nuestras actividades. Dejamos nuestras tareas del hogar y en mi caso mi negocio de tamales para apoyar a los compañeros en la organización”, explica Jovita Medina, integrante del FPDT.
“Moralmente estoy en el movimiento desde que nos enteramos del proyecto, pero más desde el 3 y 4 de mayo, cuando entró el cuerpo policial a San Salvador Atenco” expresa Jovita Medina.
Así, las mujeres se incorporaron a un movimiento social de carácter tradicional por sus demandas con el fin de conseguir la motivación y la movilización de los integrantes y seguidores potenciales para ganar el apoyo de las y los espectadores.
“Desde el momento que decidimos entrar al movimiento, cambiamos nuestras actividades. Dejamos nuestras actividades del hogar y en mi caso mi negocio de tamales para acompañar a la organización”, argumenta Jovita, quien reconoce que al sumarse como miembro del Frente su participación y acciones la transformaron.