La figura femenina en el arte de la literatura ha estado presente desde tiempos antiguos con Safo una poeta a quien Homero llamo la décima musa, así con el paso del tiempo el papel de la mujeres en el arte de escribir ha jugado un papel representativo de acuerdo a cada época.
Virginia Wolf en la literatura inglesa como mujer representó una ruptura entre los cánones que estipulaba la época entre los deseos, sueños y expectativas que podía tener una mujer por su condición de género.
Los personajes de su obra se sumergen en la sensibilidad, en un mundo en el que no es necesaria la acción de los acontecimientos que normalmente dan movimiento a una historia que resume en su frase: “Las mujeres han servido todos estos siglos de espejos que poseían el poder mágico y delicioso de reflejar la figura de un hombre el doble de su tamaño natural”
Además de estar presentes en la literatura las mujeres han incursionado en la filosofía con sus obras como Simone Beauvoir, quien con su obra el Segundo sexo inauguró la forma moderna de comprender la problemática femenina con la argumentación de que :”Una no nace, sino que se convierte en mujer”
De esta formar la literatura de mujeres radica en la protesta, y con el compromiso de revisar la obra con perspectiva de género.
En la actualidad Almudena Grandes, Rosa Montero, se han consagrado en el gusto de lectores españoles y latinoamericanos, logrando que su obra sea traducida a más de veinte idiomas.
Obras como Las edades de Lulú de Grandes y La Hija de Caníbal de Montero respectivamente se han llevado a la pantalla grande destacando la figura femenina en la sociedad.
Mientras en Latinoamérica Isabel Allende, Rosario Castellanos, Elena Poniatowska, Victoria Ocampo y Griselda Gambaro son algunas de las grandes exponentes de la literatura contemporánea.
Las escritoras de esta generación son las precursoras directas de una literatura que, tanto por la temática como por el discurso, se puede calificar de auténticamente feminista, de acuerdo a las criticas literarias.