El Instituto Politécnico Nacional (IPN) conmemoró sus 15 lustros de vida con una magna celebración donde la ciencia se fundió con el arte, en uno de los recintos más bellos de nuestra patria: el reluciente Palacio de Bellas Artes. La celebración se enriqueció con las palabras del presidente Felipe Calderón Hinojosa, del maestro Alonso Lujambio Irazábal, secretario de Educación Pública, y de la primera mujer directora general del Instituto, doctora Yoloxóchitl Bustamante Díez.
En el recinto, totalmente lleno y con precisa organización, se dio el encuentro de los maestros y ex alumnos de todos los tiempos, con los jóvenes estudiantes que ahora se preparan “para ser ganadores”. Todos juntos en la emoción de un “Politécnico, Gloria”, que sacudió los muros de centenaria decoración, gozaron la presentación del informe de la doctora Bustamante, que en un derroche de ciencia, arte y tecnología recorrió el nacimiento y desarrollo del “Poli” en México.
La directora recordó que “un 18 de enero de 1936, sin que mediara ceremonia oficial alguna, el Instituto Politécnico Nacional abrió sus puertas a 14,300 jóvenes, mujeres y hombres, en un país de 18 millones de habitantes”. Hoy el IPN es “apreciado y distinguido por la sociedad mexicana por su contribución esencial al desarrollo del país, con presencia en 17 entidades federativas, prestando servicios de calidad a 360 mil estudiantes atendidos por 16 mil académicos y nueve mil personas de apoyo”.
El Politécnico es parte de la historia de México y de miles y miles de familias mexicanas. Esta institución del Estado mexicano ha cumplido con creces los propósitos que desde su fundación se le señalaron: “Todo Estado moderno exige una técnica dirigida hacia la abundancia de bienes esenciales y de equipos suficientes de cultivo, de transformación, de comunicaciones, de cambio y de cultura”. Éste ha sido el espíritu que anima desde su creación al Instituto Politécnico Nacional; es una casa de estudios que siempre ha puesto el conocimiento al servicio de un México más justo y desarrollado, un país más fuerte y competitivo, más libre y más democrático, y atendiendo a las actuales circunstancias, ha emprendido campañas para lograr un trato de respeto en las relaciones de los jóvenes, combatiendo la violencia contra las mujeres y buscando igualdad de oportunidades para ambos.
En sus centros de investigación se realizan estudios y descubrimientos que ponen muy en alto el nombre de nuestro país en el ámbito internacional y en la sociedad del conocimiento. Sólo en el ciclo 2009-10 los estudiantes de los niveles medio, superior y posgrado de las diversas unidades del Politécnico, en convocatorias nacionales e internacionales, obtuvieron 974 premios en eventos que van desde un concurso de cuentos hasta una guerra de robots.
El Politécnico Nacional no sólo brinda un lugar para que los jóvenes puedan cursar la educación media superior, sino que le da la oportunidad de recibir una educación de calidad. Una muestra de esto es el hecho de que en los tres años de la dirección de Yoloxóchitl Bustamante, los alumnos del Poli han obtenido las calificaciones más altas de la educación media superior en la prueba Enlace. Además, su tarea no se queda sólo en las aulas, la institución contribuye a la difusión y fomento de la cultura; realiza en sus campus numerosos eventos culturales, cuenta con una excelente orquesta sinfónica y qué decir del Canal 11, que es un modelo de televisión pública a nivel internacional.
El Politécnico participa también con la SEP en la capacitación y actualización de los maestros de educación básica, y de los asuntos más significativos está su compromiso con la equidad, que se le fijó desde su fundación en 1936, ya que la mayoría de sus alumnos pertenece a familias cuyo ingreso es menor a cuatro salarios mínimos. Es una institución ejemplar no sólo por la contribución de sus egresados al desarrollo de México, sino también por su capacidad de renovación y adaptación para enfrentar los retos de nuestro tiempo.
El presidente Calderón dijo en la celebración que “quizá la más relevante aportación del Politécnico sea la construcción de un modelo educativo que ha sido retomado por otras escuelas y que ha expandido nuestras capacidades para responder a los retos de la globalización”, y añadió: “Aquí tenemos también avances contundentes y que debemos seguir impulsando todos los mexicanos. En esta administración se han abierto 39 institutos tecnológicos, 24 universidades politécnicas, 18 universidades tecnológicas. En cuatro años se han creado 90 nuevos centros de educación superior en el país, y se han fortalecido o ampliado otros 40”.
La educación superior pública ha probado ser el instrumento por excelencia de la movilidad social y el igualador de oportunidades, y el Instituto Politécnico Nacional es el mejor ejemplo de esto. Como lo imaginaron sus fundadores, el Instituto ha igualado las oportunidades de miles y miles de mexicanos, de poder construirse, con base en su esfuerzo, un futuro mejor.
El Instituto Politécnico Nacional ha sido, y esperamos que siga siendo, un brazo fundamental para la Secretaría de Educación Pública en el impulso de la educación media superior y para la calidad educativa que el actual gobierno está impulsando.