La Telepsiquiatría de Consulta Privada

Por: Dr. Edilberto Peña de León, Neuropsiquiatra*

La pandemia del COVID-19 ha acelerado un camino que ya estaba andado en los últimos años, probablemente todos habíamos oído del desarrollo de la medicina hacia las herramientas digitales y de inteligencia artificial, pero la seguíamos considerando lejana, costosa, difícil de acceder, de entender, y de adoptar por médicos y pacientes. El futuro nos alcanzó dejándonos sin opción y obligándonos a aprender, implementar y ser efectivos en la telepsiquiatría.

Hay un primer punto que hay que decir claro y en mayúsculas: “NO ES LO MISMO, PERO ES LO MEJOR QUE TENEMOS”. En la descripción de un trabajo en telepsiquiatría voy a tratar de ser ordenado en tiempos e implementaciones, así como advertir al lector, que mis comentarios aquí vertidos están sesgados a favor de la práctica en la que desarrollo mi experiencia cotidiana, que es la consulta privada, de consultorio en salud mental y especialidades neuropsiquiátricas.

Desde los años noventas se venía trabajando en plataformas complicadas, institucionales por fuerza y que requerían de grandes equipos de computo y de telecomunicaciones para poder hacer telemedicina. Todo esto nos sembró la idea de que era algo muy novedoso, deseable, pero demasiado complicado. En el comienzo de los años 2000 se presentó un fenómeno donde el poder contar por fin con herramientas sencillas y accesibles para ejecutar la telemedicina coincidió con un desarrollo mundial globalizador, que hizo que las consultas presenciales fueran más sencillas que nunca y, por lo tanto, inoperante preferir la consulta digital a distancia, a la consulta presencial.

Ya en esta década pasada, varias empresas de tecnología desarrollaron las aplicaciones suficientes para poder alcanzar fácil y mas barata una solución digital de telemedicina y psiquiatría, picando piedra en un camino duro y con poca aceptación, con analistas que indicaban que era la dirección correcta, pero muy poco satisfactorio adquirir estas capacidades en el futuro inmediato.

El COVID-19 nos sentó en casa frente a la computadora y los dispositivos inteligentes, para poder continuar nuestro trabajo clínico y atender a los nuevos casos, crecientes, exponenciales, de estrés agudo, ataques de pánico, insomnio, desgaste de la población. La demanda de atención psiquiátrica, no solamente ha sido la misma de antes, creció.

Rápidamente las empresas de directorios médicos crecieron a ofrecer herramientas de video consulta, con la finalidad de ponerle al médico la estructura que probablemente puede adquirir de forma gratuita con todas las opciones que ya se cuentan, pero que no se tiene la organización para ejecutarlas de forma eficaz. Motores de video llamada son incontables: Skype, Facetime, Google Hangouts, Messenger, Zoom y hasta WhatsApp; todos gratuitos y accesibles, entonces ¿Cómo elijo llevar a cabo mi consulta psiquiátrica?

Hay que poner en lista los requerimientos estructurales que tenemos que cumplir para hacer una práctica digital a distancia exitosa:

  1. Agenda electrónica: una forma sincronizada y sencilla donde el paciente pueda apartar su cita y avisar a su médico que la requiere. Crear el “set virtual” para ejecutar el acto médico psiquiátrico.
  2. Preparar el “set físico” donde trabaja el psiquiatra: el espacio adecuado en casa, un escritorio, un fondo tranquilizador para la vista de mi paciente, aislamiento del ruido del hogar, varios juegos de audífonos para mantener una buena calidad de comunicación, un buen equipo de cómputo o un buen teléfono inteligente y actualizar el ancho de banda de mi conexión de internet.
  3. Expediente: la Norma Oficial Mexicana (NOM) 024 es la que ha descrito las características que debe de reunir el expediente médico físico y el electrónico. Puedo cargar todos mis archiveros a casa, o pensar en dar el salto a guardar la información en la nube. Para esto, si que hay buenos y accesibles proveedores, para elegir, negociar y modificar a placer y requerimientos de esta herramienta, que va a durar en mi práctica por mucho tiempo. Se conecta con la agenda, permite agregar la clinimetría y los estudios de laboratorio y gabinete; así como generar la receta y permitir el seguimiento por medio de e-mailing automatizado al paciente, para recordarle agendar su siguiente consulta.
  4. Plataforma de video llamada: ya las cité arriba, parecería el punto más importante, pero como están observando en este listado, en realidad, es el más sencillo. La decisión depende de con la que esté más familiarizado el paciente y el médico, con la apertura de adaptación a irlas conociendo todas.
  5. Pago: necesitamos un banco con portal bancario interactivo y amigable, perder un tiempo en conocerlo y saber sacarle jugo. Tener ya fácil y a la mano la información para transferencia, pero hay más opciones. Las empresas de terminales electrónicas sin necesidad de conexión directa al banco ya se actualizaron para poder enviar un mensaje de WhatsApp o SMS al paciente, y que se pueda hacer un cobro a tarjeta de crédito por mensajería instantánea. Existen también las empresas como PayPal que dejan que uno envíe la solicitud de cargo al paciente con el cobro de una comisión. Evidentemente, hay que contar con un portal de facturación electrónica (algunos de los expedientes médicos electrónicos o de las empresas de pago electrónico ya cuentan con estas herramientas), y tener una charla larga con el contador para poder darle el manejo adecuado a estos ingresos.
  6. Marketing Digital: si ya avancé tantos pasos en el mundo del internet, es el momento ideal para brincar a la publicidad más barata y de mayor penetración que hay. No es difícil hacer una estrategia 360º de comunicación entre las redes sociales; una sencilla página web que contenga mi curriculum, servicios y forma de contacto, un blog con explicaciones sencillas de la salud mental y unos vídeos cortos pero contundentes con temas de interés.

Como pueden ver, y, en conclusión, la telepsiquiatría es ya una realidad, una necesidad y la mejor forma de trabajar ahora en la pandemia y una posibilidad segura de seguimiento de servicios posterior al COVID-19, el mundo y la psiquiatría no volverán a ser iguales.

* Dr. Edilberto Peña de León, Neuropsiquiatra, Director de CISNE México, Presidente de la Sociedad Mexicana de Neuromodulación S.C., Coordinador de la Sección de Medios de Comunicación de la Asociación Psiquiátrica Mexicana y Colaborador en diferentes medios de comunicación digitales e impresos.

Acerca Redaccion

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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